Teogonía Virtual
Titanomaquia
y la Teogonía
son clásicos de la literatura griega muy conocidos desde hace décadas y
llevadas al teatro. Especialmente, he estudiado el segundo por considerarlo más
clásico; sin embargo, luego de ver este montaje, me quedé anonadado con lo
presentado. Al principio, pensé que se trataría de un espectáculo convencional que
extrapola una obra clásica a situaciones más coloquiales o contemporáneas con
fines humorísticos o emotivos. Nada de eso gratamente sucedió, pues el montaje
es tremendamente atractivo, principalmente por lo audiovisual. Es de felicitar
la dirección de Jorge Pecho y particularmente, la producción de Luis Peche. Los
intermedios entre las escenas consistieron en ediciones de video de lujo, que
ayudaban mucho al espectador a contextualizarse en un ambiente mitológico, con
un sonido y audio espectacular y atractivo. Por momentos, parecía que uno
estaba inmerso en un capítulo de las historias de J.R. Tolkien y su Tierra
Media, solo que mitológica. El cuidado y uso del color para cada personaje fue
conmovedor y atractivo, así como los vestuarios y maquillajes resaltantes de
los actores. Aunque estos últimos pudieron tener más elementos.
Por otro lado, estéticamente hablando, me
gustó la dicción de los actores. No cayeron en la abstracción de mostrar un
lenguaje altamente complicado que pudiese confundir las ya de por sí
innumerables y enredadas complejidades de los personajes como Artemisa, Zeus o
Ares. Me gustó que se apelara a coloquialismo peruanos (felizmente no vulgares)
en los diálogos. Esto fue un recurso al que Jorge Pecho apeló y funcionó muy
bien, pues fue pedagógico y el público emocionadamente entendía las intrincadas
acciones y conflictos de los personajes. Este es otro punto que muchas veces el
dramaturgo suele olvidar: el público. Hace unos meses se estrenó una obra
llamada Antígona de Daniel Goya, donde
las escenas, el lenguaje y contexto eran absolutamente fuera de lo convencional
y parecía que era un montaje para que solo un aficionado al español antiguo o
filólogo lo entienda. Titanomaquia,
en cambio, es una muestra de cómo lo clásico puede ser universal con un gran
esfuerzo. Jorge Pecho tiene un gran talento para eso.
Finalmente, entre las actuaciones más
relevantes destacan las de Artemisa (Lorena Reynoso) y Dionisio (André Núñez).
Lorena resaltó debido a la fuerza de sus intenciones, así como su trabajo
gestual. Artemisa es un personaje altamente complejo que nos lleva a
reflexionar sobre la justicia, el perdón y la compasión, y en ese sentido la
actriz lo trabajó muy bien. Por otro lado, la representación de Dionisio que
hizo André fue limpia y altamente creíble. Es un personaje con quien uno
empatiza fácilmente, debido a la emotividad que emana, así como su candidez,
inocencia y fragilidad. En ese sentido el actor construyó muy bien a su
personaje.
Titanomaquia
es un ejemplo de la importancia del trabajo
colectivo, pero yo lo resumiría, en una palabra: la creatividad. Felicitaciones
a todo el equipo por entregar un montaje original.
Enrique Pacheco
5 de junio de 2021
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