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lunes, 5 de abril de 2021

Crítica: SOLO UNA ROSA


Entusiasta proyecto de experimentación

Siempre resulta alentador el ver el trabajo de jóvenes agrupaciones que no se rinden ante la crisis sanitaria y que encuentran diversas maneras de continuar con sus intereses escénicos. En este caso, es de felicitar el encomiable esfuerzo de la novel compañía La Coalición de Trujillo y su puesta virtual Solo una rosa, basada en el texto del siempre vigente Sebastián Salazar Bondy. Más allá de las formalidades estéticas propias de la experimentación de los nuevos medios de comunicación virtual y también, perfectamente superables, el espectáculo se deja ver y le plantea al colectivo nuevos retos en su búsqueda de ofrecer puestas en escena de calidad.

Siendo esta su primera producción virtual, resulta acertada la elección de un texto de Sebastián, quien escribió sus obras con sencillez, precisión y destreza. La trama involucra a una muchacha bailarina, quien se encuentra enamorada de un joven periodista, pero que percibe cierta reticencia en su frustrada madre. El trío de actores, conformado por Devora Castro, Marlena Becarti y Sergio Baltazar (quien además dirige), destaca por su energía y entrega al recitar los parlamentos, siendo el oficio que seguramente irán ganando en próximas puestas, el que les permitirá perfilar y delinear con mayor exactitud a los personajes que les toque interpretar, especialmente cuando no tengan la edad que exige el libreto. El entusiasmo que se evidencia en el elenco resulta muy motivador. ¡Bravo!

La puesta en escena es solvente y funcional, con mínimos elementos, pero para ser transmitida en línea es importante cuidar el audio al máximo. El uso de micrófonos especiales sería una alternativa para espacios que generen mucho eco y que a la vez permitan escuchar al 100% a los actores. En cuanto a la estética, es importante siempre recordar que el público no está viendo un documental, sino una versión estilizada de la realidad. En ese sentido, jugar con los colores en el vestuario, los muebles y de ser posible, con las luces, le otorgaría al grupo la posibilidad de generar distintas atmósferas y además, de delimitar espacios. Solo una rosa demuestra el gran entusiasmo del joven colectivo trujillano de actores, quienes nos comentan sus expectativas al inicio de la transmisión, y que nos hace esperar con ansias su siguiente proyecto, siempre en la senda de la necesaria experimentación.

Sergio Velarde

5 de abril de 2021

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