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jueves, 19 de noviembre de 2020

Crítica: PSICÓLOGA FREESTYLE


Divertido cambio de roles

Estrenada en Argentina el año pasado dentro del circuito de Microteatro, Psicóloga Freestyle de Natalia Quevedo con la colaboración de Agustina Gatto, viene presentándose actualmente de manera virtual de la mano de la Compañía de Artes Escénicas, que dirige el joven artista Fernando Barrs. Se trata de una disparatada comedia en la que la relación psicóloga-paciente se ve trastocada de manera casual, generando que ambas mujeres, tan distintas entre sí, encuentren puntos en común en sus respectivas vidas. No todas las adaptaciones de textos de teatro presencial funcionan en la virtualidad; sin embargo, el espectáculo dirigido por Barrs no luce forzado y mantiene el ritmo y energía a lo largo de su corta duración.

Desde el arranque, nos encontramos de lleno en la acción con personajes bien bosquejados: la sufrida paciente, aquejada por problemas sentimentales con su pareja, busca consuelo virtual en la competente psicóloga, quien recoge asertivamente su manifestación. Sin embargo, una repentina llamada que recibe la terapeuta y escuchada además por la paciente desencadena un giro radical entre las mujeres, quienes van dejando la estricta relación profesional por una más amical, acompañando su diálogo por los obligatorios tragos. Un texto simpático y divertido que es bien aprovechado por las actrices y que logra elevarse por encima del promedio de espectáculos de videollamadas de entretenimiento en nuestra cartelera virtual.

Buen desempeño de las actrices Tati Alcántara y Trilce Cavero, bien conducidas por Barrs para evitar así el riesgo de excesos, gritos y sobreactuación, que suele aparecer a menudo en este estilo de presentaciones. Cada actriz, convertida también en escenógrafa, vestuarista y maquilladora debido a la crisis sanitaria, saca adelante sus respectivos roles con veracidad de sus respectivos hogares. Psicóloga Freestyle es un divertido espectáculo, con un par de ingeniosos giros en la trama y con la presencia de dos talentosas actrices bien dirigidas, que se convierte en una nueva y feliz adaptación de un texto de Microteatro a la escena virtual.

Sergio Velarde

19 de noviembre de 2020

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