Cuando el amor conmueve todo
Tu mano en la mía de Carol Rocamora y
dirigida por Santiago Sánchez es una gran muestra de lo bien que se puede
escribir basado en la vida de un gran artista, en este caso, del magistral
Anton Chejov.
No somos nada ante el amor, este enigma aún
indescifrable, nos mueve más que una hojarasca en pleno tornado caribeño. Olga
aparece en la vida de Chejov en circunstancias cotidianas del artista, como es
la lectura teatral y es allí donde empieza la última historia de amor del autor
ruso. “Bendecido” por la terrible “plaga blanca” (TBC) y el crudo invierno
ruso, la vida del escritor se va apagando. En el siglo XIX se decía que a
medida que la enfermedad progresaba en el cuerpo, se sufría delirios de
creatividad y belleza suprema y es en esta etapa en que él escribe sus mejores
obras; aunado a todo esto, el distanciamiento con Olga hace mella en él.
El trabajo impecable de Miguel Iza es
gratificante, conmovedor, transgresor y Paloma Rojas no se queda atrás, los textos
que salen de su ser tocan el alma, dan ganas de romper la cuarta pared en
sentido inverso y abrazarla por tanto amor/dolor que transmite. Ellos manejan
la proxemia a su antojo cuando leen sus numerosas cartas, la separación entre
ambos es creíble, así como también salen de su rol como actores para entrar al
rol del personaje. Ambos juegan sobre el escenario con pocos elementos
escénicos, minimalísticamente nos engañan muy bien, construyendo orgánicamente
dos vidas, recreando la atmosfera hibrida de amor/dolor/autoexilio artístico,
pasando a segundo plano la salud. Estos dos personajes son como las erinias
griegas, que se buscan, se atormentan, se aman, se hieren, pero prima la
creación artística.
El espacio escenográfico es la fiel muestra
de lo simple, bello y funcional, buen acierto del director, romper con los
parámetros de la época y recrearlas metafóricamente.
La dramaturgia es excelente, los textos son
un lujo para un actor o actriz el poder estudiarlos y encontrar el sentido, es
poesía pura.
La música en vivo es el personaje tácito,
el que cambia el ritmo de escena.
Dra. Fer Flores
27 de octubre de 2019
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