Una paternidad difícil
El círculo de la niña bonita es un montaje breve de
una sola escena, que aborda las dificultades de la paternidad y cuestiona la
fragilidad humana hacia la duda, incluso en personas que usualmente calificamos
como maduras. El lugar es La Histriónica, ex Teatro Ensamble, donde se ha
acondicionado, recientemente, un microteatro al lado del pasillo de ingreso. Este
espacio consiste en un pequeño lugar para un máximo de quince personas como
público. De esta manera, La Histriónica tiene la posibilidad de tener dos
montajes en simultáneo, uno en este espacio y otro en el sótano, su escenario
principal y más amplio.
Con la dramaturgia de Daniela Martuccelli,
la dirección de Gean Pool Uceda y las únicas actuaciones de Gerardo García
Frkovich (en reemplazo de Alfonso Dibós) como Lucho y María Rubio como Nadia,
la acción dramática gira en torno al intento de una hija por entender el porqué
de la inminente migración de su padre hacia los Estados Unidos. El escenario es
la representación de la habitación de Nadia: en el fondo, dibujos y collages de
fotos con su familia; a la derecha, un tablero para pintar; a la izquierda, un
sillón de color verde chillón; y al medio, una guitarra acústica. En resumen,
los elementos son sencillos pero básicos para la transmisión del mensaje.
El contexto se deja entender mediante los
diálogos: el padre quiere migrar, porque la madre ya fallecida hizo lo mismo
con anterioridad a, precisamente, los Estados Unidos. Hay momentos de tensión
en que la muchacha reta a su padre sobre el porqué no consultó sobre esta
decisión. Es interesante el empoderamiento que tiene Nadia en relación con su
padre. El montaje empieza con una pregunta que, en primer lugar, puede no tener
una contextualización con la acción dramática: Nadia pregunta: ¿Cuándo comenzó
la Guerra Fría? A lo cual Lucho contesta con una respuesta enciclopedista. Sin
embargo, hacia el final del montaje, la pregunta cobra un significado muy
potente, pues no se trató de una alusión política, sino de una metáfora sobre
la decisión de Lucho. Tanto la Unión Soviética como los Estados Unidos querían
darle una alternativa al mundo en ese entonces, pero no tenían certezas sobre su
decisión. De igual manera, la migración de Lucho funciona de la misma forma: sabe
que es necesario hacerla, sobre todo pensando en el futuro de Nadia, a pesar de
ser esta una opción llena de incertidumbres.
Un elemento muy preciso es la música en
vivo, destacando la canción “Es mi niña bonita” de Polo Campos, entonada por los
actores; además, estos manejan muy bien la guitarra. El círculo de la niña bonita deja un final conmovedor, un abrazo lleno de esperanza.
Enrique Pacheco
26 de agosto de 2019
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