La incertidumbre que esconde el futuro
Corre el año 2056 y la sobrepoblación en la Tierra se ha
convertido en un problema que la Gran Familia enfrentará desde la
clandestinidad, iniciando un proceso de selección para crear una sociedad
nueva, libre de ideologías y pasiones. Para ello, elegirán a cuatro candidatos
de distintas edades y realidades, poniéndolos a prueba y llevándolos a lo más
extremo, con tal de renovar a la raza humana. Es la trama que gira en torno a Zoocosis,
escrita y dirigida por Emilie Kesch y Paola Terán.
Una propuesta retadora, que en el plano audiovisual abarca
distintos elementos: dos cubos gigantes (que aluden a cuartos), las narraciones
en off, el vestuario, los efectos de sonido y luces fueron bastante acordes con
la visión futurista de la obra. De otro lado, los personajes estaban cargados
de ciertas características particulares: en el caso de Fernando Pasco (que interpretaba
al Moderador de Humanidades) y de Carolina Niño de Guzmán (la Moderadora de
Producción), sus ejecuciones fueron correctas, ya que estaba claro que tenían
la misión de cumplir con el proceso de selección; en tanto que Lilian Nieto (como
Reclusa Parda) y José Medina (como Araña Calavera), contrariados por sus ideologías,
pugnaban por sobrevivir, logrando acoplarse mucho más que sus compañeros Alessa
Esparza (Sarda) y Paris Pesantes (Mukota), quienes tenían la difícil tarea de
manejar sus debilidades y emociones.
Zoocosis representa un encuentro entre
el pasado y futuro, una sucesión de hechos que han desgastado a la humanidad,
que necesita ser salvada y dotada de nuevos integrantes, más fuertes, más
racionales y quizá, menos emotivos y empáticos.
Una obra que en su narrativa se tornaba difusa y codificada
por momentos, sin dejar la verdad en cuanto a los temas de fondo que se
tocaron: los acontecimientos históricos que marcaron un antes y después en la
sociedad, el poder desmedido, la supervivencia de los más fuertes y la incertidumbre
de un futuro que, en su versión más fatalista, sería lo que esta puesta nos ha
mostrado.
Maria Cristina Mory Cárdenas
2 de agosto de 2018
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