La mascota de la niña
La Dirección de Asuntos Culturales de la Pontificia
Universidad Católica del Perú nos trae la obra de teatro “Los Colores de
Almendra”, bajo la dirección de Juan Carlos Valdez. El elenco está compuesto
por Francine De la Peña, Klaus Eloy Herencia Guerrero, Eveling Olivares,
Silvana Picco y Fabrizio Morales y se encuentra en temporada hasta el 25 de
marzo en el Centro Cultural de Ricardo Palma de Miraflores.
La obra trata sobre la historia de una niñita y su perro,
que habitan en un mundo imaginario, en donde los objetos, las personas y los
personajes son de colores intensos y generan sensaciones animadas en los
espectadores. La niña tendrá que tomar decisiones que la expongan a situaciones
límites que en otro escenario no tendría que hacerlo. Sus padres deciden irse
de viaje y, de esa manera, empieza el peligro cuando Almendra tiene que
enfrentarse al miedo de que unos intrusos intentan apoderarse de su comida y
apartarla de su mascota preferida, su perrito.
El montaje aborda la defensa de la inocencia sobre la maldad
y la adversidad. El juego de colores en el escenario es sencillamente preciso y
genera en el espectador una impresión de desasosiego asombroso, en el sentido
de que la manera cómo los objetos “vuelan”, “se comen”, “desaparecen” e “interactúan”
con los actores, a veces, no deja duda de que son casi perfectos. El equipo de
escenografía cuenta con actores mimetizados con el color del fondo del
escenario, que son los encargados de hacer posible en el espectador la sensación
de estar viendo objetos en movimiento y a los actores “volar”. Para esto, la
falta de luz es clave para mimetizar a los actores secundarios. La interacción
entre los actores no es a través de diálogos, sino mediante la pantomima de la
acción dramática creando una especie de segundo lenguaje. El público, en su
mayoría infantil, estuvo desde la entrada de la primera escena, con un júbilo
gigante a lo largo de toda la puesta en escena.
”Los Colores de Almendra” es una puesta en escena muy especial
por su escenografía y genera una sensación de estar ante un juego de colores particular.
Es un espectáculo que estimula la imaginación y está dirigido para toda la
familia y especialmente para los más pequeños en proceso de formación.
Enrique Pacheco
4 de marzo de 2018
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