Libérrima versión del Caballero de la Triste Figura
Conmemorando el cuarto centenario del fallecimiento de Miguel
de Cervantes Saavedra, máxima figura de la literatura española, se viene
presentando en el Teatro del Centro Cultural de la Católica la puesta en escena
para toda la familia llamada Casi Don Quijote, versión libre de la novela
cumbre por excelencia en nuestro idioma. Pero a pesar de las muchas libertades
que se ha tomado la directora Paloma Reyes de Sá (responsable de la exitosa Los
Fabulatas) para llevar a cabo su proyecto, la esencia del Caballero de la
Triste Figura se mantiene intacta, en un montaje apoyado en el carisma del
elenco, que interpreta precisamente a una troupé de actores que se embarca en
el difícil reto de llevar a escena la historia del Quijote, así como también en
un ingenioso y vistoso diseño escenográfico que ayuda a crear los ambientes
para representar algunas de las clásicas aventuras del hidalgo caballero.
En cuanto a la puesta en escena, por un lado destacar el
maquillaje y el vestuario de los actores, así como también la funcional y
llamativa escenografía, pero que anticipaban ciertamente una historia atemporal
ambientada en cualquier lugar del mundo y no precisamente en el Perú. Sin
embargo, las constantes referencias localistas (además de una canción de
Aerosmith) pueden funcionar como graciosos efectismos, pero rompen en cierto
grado la magia que los actores van creando en escena: todos los cuadros, desde
el primer encuentro del Quijote con Sancho Panza y su ilusión por Dulcinea
hasta la obligatoria secuencia con los molinos de viento, están ejecutados
diestramente, siendo prescindible cualquier detalle que sitúe innecesariamente
la historia en un lugar o tiempo determinado. Por otro lado, el paralelo entre
los sueños del Quijote y los de los actores por no dejarse vencer y cumplir sus
objetivos resulta ingenioso y entendible en el montaje.
A destacar la actuación de Manuel Gold, prestándole su
delgada apariencia física y su particular registro vocal a una joven y
convincente versión de Alonso Quijano. A su lado, los versátiles actores Cesar
García, Fiorella Kollmann, Francisco Luna y una divertida Lizet Chávez, lo
secundan interpretando diversos roles con gran versatilidad. Casi Don Quijote, libérrima adaptación del clásico universal, vale como un sano entretenimiento
para los más pequeños y funciona también como un pertinente homenaje a
Cervantes. Queda en la talentosa directora Paloma Reyes de Sá el de crear
universos verdaderamente propios para sus futuros proyectos, evitando así
cualquier innecesaria referencia, para así lograr un producto completamente
atemporal e independiente en su propia concepción.
Sergio Velarde
12 de julio de 2016
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