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martes, 28 de enero de 2014

Entrevista: ALAIN SALINAS

“Siento que en la capital les falta mística a los montajes”

Ganador del premio otorgado por El Oficio Crítico al Mejor Actor de reparto en la categoría Drama por Bolognesi en Arica, Alain Salinas nos comenta que es oriundo de Huaraz, que estudió teatro en la Escuela Superior de Arte Dramático de Trujillo, y que llegó a Lima en el 2011 para estudiar en el Taller de Actuación de Roberto Ángeles. “Estuve hasta el 2012; y el año pasado, a través de Adriana del Águila (productora), me entrevisté con Alonso Alegría, y acabé en la obra Bolognesi en Arica”, comenta. Su personaje de Agustín Belaúnde, a pesar de su corta participación en escena, llegó a convencer de su postura dentro del montaje estrenado en la Alianza Francesa.

Sobre el destacado dramaturgo y director Alonso Alegría, Alain lo califica cariñosamente de “viejito loco”. Como ya es sabido, Alegría se demoró varios meses para completar el texto sobre aquel capítulo de nuestro historia, logrando un montaje con evidentes aciertos. Opina también que le agradó mucho la frescura que Alegría quería tener en el montaje, ya que “es importante no mecanizarse en escena ni tener marcaciones fijas, ya que de ese modo se consiguen emociones nuevas para los espectadores y también para los actores”, afirma.

La actuación en teatro

Alain se inició en el teatro desde los 15 años en el grupo Kuntur de Huaraz, y percibe que la manera de hacer teatro en la capital es marcadamente distinta. “La verdad es que en provincia no se gana plata haciendo teatro, pero los montajes se realizan con el corazón; acá en Lima las cosas son más técnicas, siento que les falta mística, aunque no a todos”, reflexiona. Para Alain, el actor debe ser “un creador” y un director, “un unificador”, aunque  también cree en los directores dictadores, quienes finalmente tienen derecho a darle a sus actores su particular visión de todo el montaje, y el actor debe estar preparado.

“Un actor de teatro debe tener un buen manejo vocal y corporal”, refiere Alain. “Siento que esas carencias, especialmente las corporales, las tienen los egresados de talleres y no necesariamente es malo, depende del montaje; lo importante es encontrar un equilibrio  entre los actores para no percibir sus diferentes escuelas”. También considera que es importante hacer un riguroso trabajo de campo. “No basta con tener una idea o ver una película, ese trabajo es básico”. Para este 2014, Alain planea estrenar una obra con dos compañeros en el transcurso del año, así como también regresar a Trujillo a completar algunos cursos. “Creo que lo apasionante del teatro, es la empatía que se puede lograr con el público”, concluye.

Sergio Velarde
28 de diciembre de 2014

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