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sábado, 27 de julio de 2013

Crítica: EL OTRO APLAUSO

Cuando dejamos de soñar lo mismo

Luego de finalizada la segunda (y esperemos no la última) función de El otro aplauso, escrita y dirigida por Diego La Hoz y estrenada en el íntimo hogar de Espacio Libre, el director se dispone a realizar un foro con los asistentes, para que se cierre el círculo del proceso teatral. Como el mismo Diego lo afirmó en aquel momento, la pieza nació en medio de los difíciles momentos por los que atravesó el grupo a lo largo de sus 14 años: con cercanos colaboradores y amigos separándose para seguir nuevos y acaso, más rentables proyectos; y con objetivos y anhelos que quedaron truncos, acaso por la falta de compromiso y lealtad. El otro aplauso trata entonces, de aquella terquedad de un puñado de artistas que se empeñan en soñar lo mismo, de aquellos necios actores que sólo quieren actuar para conseguir una única recompensa, ese verdadero aplauso, el merecido.

Dos actores que se encuentran de gira en una provincia del país, conversan en su camerino antes de dar por iniciada su función. Este sencillo diálogo, que encierra una serie de guiños para los teatristas de grupo y free-lance, es la materia prima para desarrollar los principios que viene esgrimiendo el mismo grupo Espacio Libre, para considerarse un verdadero grupo de teatro. Mientras que el Actor 1 es necio y terco para defender la mística que todo teatrista debe tener para seguir con su sacrificada labor; el Actor 2 ya ha tomado la decisión de retirarse, pues su colegio “le ha pedido que reconsidere su renuncia”. El sarcasmo se hace presente también, por supuesto, para matizar la contundente denuncia que hace el grupo, hacia aquel teatro, visto por muchos como trampolín para la fama y el lucro.

La química entre los actores Natalio Díaz y Karlos López Rentería, que ya habían logrado buenos momentos en Mientras canta el verano, es un punto a favor del montaje. La puesta en escena deja de lado el estilo realista para involucrar elementos más surrealistas. El íntimo espacio que ofrece la Casa Espacio Libre favorece la atención del público, y lo involucra dentro del montaje. Diego La Hoz nos comentó durante el foro, que éste fue el momento propicio para llevar a escena su obra, publicada en 2011; pues El otro aplauso, efectivamente, trasciende con creces la premisa particular para consolidarse como un sólido montaje de temática universal, acorde con la personalidad del grupo Espacio Libre y la de su director, incansables en su terquedad de continuar su labor como verdadero grupo de teatro.

Sergio Velarde
27 de julio de 2013

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