Intenso drama aún en ciernes
Basada en la novela escrita por Philippa Gregory y en la película La otra Reina, la nueva apuesta de la Asociación Cultural Entre Cajas es La otra Bolena, dirigida y protagonizada por Oswaldo Bravo, quien interpreta nada menos que al Rey de Inglaterra Enrique VIII. El drama comienza cuando el monarca, ante la desesperación por su esposa, la reina Catalina de Aragón, quien no le ha podido dar el hijo varón que necesita para consolidar su reino, conoce a las hermanas Ana y Mary Bolena. Los inescrupulosos padre y tío de las jóvenes verán esta oportunidad para ascender socialmente y así se inicia una serie de romances e intrigas, que darán como resultado final la muerte de una de las hermanas, acusada de incesto. La puesta en escena en general todavía luce en proceso de maduración, hecho que al menos no distrae demasiado de los aciertos de la intensa dramaturgia.
Cada obra teatral tiene puntos a favor y en contra. La otra Bolena presenta algunas serias dificultades que su director debe prestar atención: la elección de actores con edades diferentes a la de los personajes que interpretan, perdiendo así veracidad en sus acciones y motivaciones; se hace extrañar una mayor profundidad en las personalidades de los personajes principales, cuyas acciones se tornan por momentos inverosímiles, aún para los cánones de la época que intentan representar; los cambios en escena y el movimiento de tramoya por parte de los actores es aún errante e impreciso. Lo mejor de la puesta en escena es el cuidado vestuario, que recrea con acierto la época isabelina, pero que durante la obra no sufre ninguna mancha en medio de los numerosos partos y abortos de las protagonistas. Las luces también podrían colaborar con la recreación y delimitación de espacios, cuando éstas se integren con mayor precisión y cuidado al espectáculo.
Las actuaciones son todas esforzadas, pero no pueden sobresalir aún en medio del desorden de las acciones en escena. Algunas buenas escenas a cargo de los actores Fiorella Cordano como la reina Catalina y Mario Soldevilla como el fiel Stafford, mantienen el interés del drama. Curiosa la presencia de una excelente y recuperada actriz como lo es Ruth Razzeto en un papel bastante menor que no aprovecha su enorme registro dramático. Es obvio que uno de los principales problemas del teatro independiente es a menudo, la falta de tiempo prudente de ensayo, y este espectáculo es prueba de ello. La otra Bolena, estrenada en el Teatro Augusto B. Leguía en el Parque de la Amistad, es un intenso e interesante drama que logrará despegar, cuando todos los elementos en escena logren cuajar de manera coherente y fluida.
Sergio Velarde
24 de agosto de 2011
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