Las infinitas posibilidades de las sombras
A lo largo del tiempo, las sombras siempre han fascinado al hombre, pues trascienden lo que nuestros sentidos pueden percibir. Como en la prehistoria, cuando los primitivos seres humanos las hacían frente a las fogatas dentro de sus cavernas. Éstas adoptan diversas formas y tamaños; hacen referencia a nuestra realidad, pero de manera trucada e inestable, por su intrínseca deformidad y abstracción. Las sombras invitan a la imaginación, a la magia y estimulan nuestra fantasía, pues insinúan sin dejar nunca ver, pues ellas permanecerán siempre en un plano ajeno, ajeno a nuestra realidad. Las sombras nos trasladan entonces, a un mundo fantástico, irreal, en donde se mezclan felizmente nuestros miedos, alegrías, sueños y pasiones.Es por ello, que las sombras siempre serán protagonistas de historias con fuerte carga fantástica, como en el caso de la puesta en escena de “Concierto fugaz para un sol dormido”.
El espectáculo está dividido en tres “tiempos”. En el primero, titulado “Canción de cuna para el recuerdo de un tiempo”, acompañamos a un anciano en su último viaje en bicicleta a través de sus recuerdos. En “Viento” asistimos a un divertido concurso de cometas en un barrio popular. Y en “La corrida”, el tercer tiempo y probablemente el más logrado, asistimos a una fiesta taurina, en la que el torero le tiene terror a un particular toro en dos patas. Estos tres cuentos de creación colectiva, alternan las sombras con los propios cuerpos de los “sombristas”: Helijalder Capristano Flores, Marie-Eve Lefebvre y Roger Méndez Águilar (quienes se encargan de la dirección y creación plástica del montaje), acompañados de títeres, múltiples pantallas, juego de luces y un retroproyector.
La agrupación peruano-canadiense El Cantar del Cárabo realiza un gran trabajo aprovechando las enormes posibilidades que ofrecen las sombras en toda su variedad. Perfeccionando y puliendo cada detalle aún más, como cuidar que ningún telón se mueva de su lugar, centrar las sombras de manera precisa en la pantalla y no permitir ningún resquicio por donde se pueda filtrar la luz, el grupo logrará que ningún espectador (especialmente los niños) pierda la magia que emana el montaje. "Concierto fugaz para un sol dormido" es un espectáculo muy recomendable, que se presenta actualmente en el Teatro de la Alianza Francesa de Miraflores los fines de semana.
Sergio Velarde
29 de agosto de 2009
A lo largo del tiempo, las sombras siempre han fascinado al hombre, pues trascienden lo que nuestros sentidos pueden percibir. Como en la prehistoria, cuando los primitivos seres humanos las hacían frente a las fogatas dentro de sus cavernas. Éstas adoptan diversas formas y tamaños; hacen referencia a nuestra realidad, pero de manera trucada e inestable, por su intrínseca deformidad y abstracción. Las sombras invitan a la imaginación, a la magia y estimulan nuestra fantasía, pues insinúan sin dejar nunca ver, pues ellas permanecerán siempre en un plano ajeno, ajeno a nuestra realidad. Las sombras nos trasladan entonces, a un mundo fantástico, irreal, en donde se mezclan felizmente nuestros miedos, alegrías, sueños y pasiones.Es por ello, que las sombras siempre serán protagonistas de historias con fuerte carga fantástica, como en el caso de la puesta en escena de “Concierto fugaz para un sol dormido”.
El espectáculo está dividido en tres “tiempos”. En el primero, titulado “Canción de cuna para el recuerdo de un tiempo”, acompañamos a un anciano en su último viaje en bicicleta a través de sus recuerdos. En “Viento” asistimos a un divertido concurso de cometas en un barrio popular. Y en “La corrida”, el tercer tiempo y probablemente el más logrado, asistimos a una fiesta taurina, en la que el torero le tiene terror a un particular toro en dos patas. Estos tres cuentos de creación colectiva, alternan las sombras con los propios cuerpos de los “sombristas”: Helijalder Capristano Flores, Marie-Eve Lefebvre y Roger Méndez Águilar (quienes se encargan de la dirección y creación plástica del montaje), acompañados de títeres, múltiples pantallas, juego de luces y un retroproyector.
La agrupación peruano-canadiense El Cantar del Cárabo realiza un gran trabajo aprovechando las enormes posibilidades que ofrecen las sombras en toda su variedad. Perfeccionando y puliendo cada detalle aún más, como cuidar que ningún telón se mueva de su lugar, centrar las sombras de manera precisa en la pantalla y no permitir ningún resquicio por donde se pueda filtrar la luz, el grupo logrará que ningún espectador (especialmente los niños) pierda la magia que emana el montaje. "Concierto fugaz para un sol dormido" es un espectáculo muy recomendable, que se presenta actualmente en el Teatro de la Alianza Francesa de Miraflores los fines de semana.
Sergio Velarde
29 de agosto de 2009