domingo, 29 de agosto de 2021

Crítica: EL COMPROMISO


Juegos de pareja

Así como en la reciente En tránsito de Gino Luque, estrenada virtualmente por Teatro de Lucía, las relaciones de pareja siempre serán, sin duda, fuente inagotable para generar historias dramáticas, trágicas, cómicas, entretenidas y a veces, con su respectiva cuota de reflexión. Pues bien, siguiendo esta misma línea, la producción a cargo de la acogedora sala de Miraflores viene ofreciendo otra historia, titulada El compromiso de autoría de Federico Abrill, en la que se ponen a prueba nuevamente los lazos afectivos que unen a su pareja protagónica. Pero si bien en el montaje de Luque las verdades de los personajes se iban revelando paulatinamente, en el proyecto escénico de Abrill la farsa parece ser la única manera de solución para los aprietos sentimentales que afectan a la pareja.       

Las apariencias engañan desde la primera escena de El compromiso, con la entrada en escena de una mujer que inspecciona el departamento al que se va a mudar y que además, le hace numerosas consultas al dueño. Lo que en un inicio puede parecer un no tan inocente coqueteo entre dos extraños resulta ser nada menos que una dramatización concertada por la pareja y provocada, justamente, por el “drama” que viven Vanesa y Javier, quienes deben echar mano de sus habilidades interpretativas para mantener este juego de roles y así superar la crisis sexual que atraviesan. Abrill, quien a pesar de su juventud ya tiene una valiosa producción dramatúrgica a cuestas, escribe con ingenio la trama y dos creíbles personajes en crisis.    

Como ya es costumbre, la dirección de David Carrillo le imprime control y fluidez a la puesta, y las interpretaciones de los jóvenes y experimentados Alicia Mercado y Emanuel Soriano funcionan en conjunto y resultan creíbles. La escenografía es adecuada y funcional, así como el manejo de cámaras, con las que Vanesa y Javier hacen sus apartes con el público virtual. El compromiso es una simpática y entretenida comedia, bien dirigida y producida. Felicitaciones a la productora Cécica Bernasconi y al Teatro de Lucía por apostar por autores peruanos y por trasladarnos virtualmente, a través de la plataforma de Joinnus, a las butacas de este acogedor teatro que muy pronto levantará de nuevo el telón presencial.

Sergio Velarde

29 de agosto de 2021

sábado, 28 de agosto de 2021

Crítica: GIRASOLES DE ALGODÓN Y EL PELIGRO DE ESTAR VIVOS


Hermandad y desamparo

Conforme avanzan los meses en medio de la crisis sanitaria, poco a poco y tímidamente, algunos teatros vuelven a levantar sus telones. Y es que la virtualidad, sus plataformas y herramientas vienen generando una gran cantidad de proyectos escénicos pregrabados y editados, y cada vez más alejados de la verdadera esencia del Teatro. Ya inclusive el presentar las puestas en vivo genera un enorme riesgo debido a la conectividad, así que al recurrir a la grabación se entra de lleno en el campo televisivo o cinematográfico. Pues bien, vale esta apurada reflexión como introducción al último montaje del joven actor, dramaturgo y director Álvaro Pajares, quien no solo se animó a presentar su puesta virtual en vivo, sino que además mantuvo en todo momento las convenciones teatrales, quizás para ir preparando a los espectadores para el próximo regreso de toda nuestra comunidad en pleno a las temporadas presenciales.

Girasoles de algodón y el peligro de estar vivos, proyecto nacido de un laboratorio de entrenamiento teatral a través de la creación colectiva, es básicamente una crónica de amor fraternal. Dos hermanas, viviendo bajo un mismo techo con su severa madre, deciden abandonar su hogar e intentar sobrevivir solas en medio de la peligrosa ciudad, lejos del cuidado materno. La convivencia y por supuesto, la supervivencia de ambas (una de ellas, menor de edad) darán pie a las grandes lecciones de vida que aprenderán, así como a fortalecer su relación. La historia sabe sortear los terribles peligros urbanos que acechan sin descanso a las hermanas echando mano muchas veces de la buena suerte, encontrando en su aventura a ciertas personas que las ayudan desinteresadamente y que nos devuelven la esperanza en el género humano.

Pero si bien Pajares nos ofrece una puesta bien escrita y ejecutada, es la forma de contarla lo que llama la atención. Todos los acontecimientos narrados ocurren en una habitación convertida en escenario, con las actrices Majo Bueno y Nicole Nalvarte, vestidas de negro y utilizando contadas prendas para interpretar los diversos papeles, incluida la madre. El manejo de cámaras, que incluye una cenital, permite la fluidez de la trama, mientras que ambas actrices consiguen un excelente trabajo interpretativo en conjunto. Girasoles de algodón y el peligro de estar vivos es un ameno y valioso relato de hermandad en medio de los peligros del día a día, pero también es un recordatorio de las enormes posibilidades de las convenciones teatrales que nos esperan cuando regresemos, muy pronto, a los espectáculos presenciales.

Sergio Velarde

28 de agosto de 2021

viernes, 27 de agosto de 2021

Crítica: DE CUANDO EL FLACO MARTÍNEZ SE FUE AL CIELO SIN DECIRLE ADIÓS A SU CHIBOLO


Periferia violenta e informal

Pocas veces se ha explorado en escena, con tanta garra y pasión, la cruda y dura realidad que se vive en los conos de nuestra problemática capital. Puestas como De cuando el Flaco Martínez se fue al cielo sin decirle adiós a su chibolo, proyecto ganador de los Estímulos Económicos para la Cultura 2020, se hacen necesarias para ver en su real dimensión, de manera estilizada pero contundente, todo aquel mundo marginal que para muchos (demasiados) limeños les es extraño o peor aun, despreciable. Porque la mayor fortaleza de este espectáculo grabado en un escenario teatral, con idea original y dirección de Rosa Victoria Chauca y escrito por Mario Zanatta, es la de rescatar la humanidad de aquellas personas que viven en medio del caos, la violencia y la informalidad.

Inspirada en El anillo del Capitán Beto de Spinetta, la historia nos presenta a un conductor de combi y su cobrador, el Flaco Martínez (Javier Quiroz) y el Bryan (Brian Cano), respectivamente, quienes se encuentran en una especie de limbo luego de un accidente de tránsito. Ambos recorren, dentro de este vehículo simbólico, siete paraderos desde Los Olivos hasta Santa Anita, mientras reflexionan sobre las vidas que les tocó vivir, en medio del machismo, la injusticia, la miseria y la violencia del día a día. Abrumadora y brutal, esta “carrerita” nos permite visibilizar al enorme número de peruanos que se las debe ingeniar para sobrevivir en una sociedad injusta e inmisericorde por donde se le mire, gracias a las desgarradoras confesiones del Flaco Martínez y las complejidades escondidas dentro de la lógica tan básica y agresiva de El Bryan.

Chauca y Zanatta ofrecen un sólido espectáculo virtual utilizando hábilmente la teatralidad que les permite el escenario, la escenografía llamativa y reciclada, y la música en vivo compuesta por Domingo Arana, que enriquece las secuencias. Incluso asistimos a la escenificación de una fiesta chicha, en donde el alcohol va revelando las verdaderas personalidades de la pareja protagonista. Por su parte, Quiroz y Cano se confirman como excelentes intérpretes, humanizando a unos personajes tan cargados de prejuicios y resentimientos. De cuando el Flaco Martínez se fue al cielo sin decirle adiós a su chibolo, proyecto producido por Casa Cultural Colibrí, asume el difícil reto de retratar a una sociedad caótica y cruel, pero además nos muestra la sensibilidad que existe dentro de estos personajes marginales. Una de las mejores puestas virtuales en lo que va del año.

Sergio Velarde

27 de agosto de 2021 

jueves, 26 de agosto de 2021

Crítica: NUNA, EL ALMA DEL PERÚ


Celebración de peruanidad

Como no podía ser de otro modo, las celebraciones (¿hay algo realmente que celebrar?) por nuestros doscientos años de independencia han generado el estreno de algunas puestas virtuales dedicadas a reflexionar sobre esta fecha. Así, tuvimos en nuestra cartelera en línea, por ejemplo, Bicentenario, Proyecto Escénico, creación colectiva de Ricardo Delgado; su homónima Bicentenario, de Juan Carlos Delgado, que tendrá una próxima versión presencial; y Perú pa’ tod@s, escrita y dirigida por Christian Ysla. A esta lista se le debe agregar Nuna, El alma del Perú, la primera coproducción de Haz Tu Drama y Camerino Virtual, enfocada en revalorar nuestras tradiciones y cultura, las que se convierten ciertamente en un verdadero motivo de celebración.

Presentada en horario de matiné, sábado y domingo a las 5:00 p. m., la puesta del director y dramaturgo Luis Castillo fue una entrañable fábula de aprendizaje: un joven llamado Qhali (“sano, saludable” en quechua), quien vive paradójicamente encerrado en una burbuja, sumergido en su rutina diaria y sin mayor contacto con la realidad nacional. Aparece entonces, misteriosamente, Nuna (“alma, conciencia”), un ser mágico que tiene la apariencia de una muchacha con traje bicolor, que le dará a Qhali la oportunidad de calzar varios pares de zapatos con poderes especiales y así poder conocer nuestro maravilloso país. Es allí donde inicia el viaje del joven y de los espectadores por nuestro Perú, de la mano de Nuna, quien nos muestra la inigualable riqueza cultural peruana.

Apoyada de bellas ilustraciones, con elementos precisos y música adecuada, la puesta entretiene e informa de manera dinámica, fluyendo sin tropiezos. Las actuaciones corren a cargo de Verónica Serrepe y Manu Rodriguez, quienes derrochan carisma y vitalidad en sus respectivos roles. En tiempos en los que debemos enfrentarnos todos juntos como país a múltiples obstáculos de toda índole, propuestas escénicas virtuales como esta son valiosas y muy pertinentes, para entender que a pesar de nuestras diferencias somos parte de una maravillosa nación. Nuna, El alma del Perú funciona como un sólido espectáculo familiar, a la vez que es una necesaria puesta que nos da los suficientes motivos para celebrar (¡claro que sí!) la historia, cultura y tradición del Perú.

Sergio Velarde

26 de agosto de 2021

Crítica: LLEGÓ ERIS, PUTITOS


Cambios de rumbo

Un nuevo camino viene siendo explorado en la más reciente producción audiovisual de Mitos Estudio, que tan bien ha venido conduciendo el director Jorge Pecho en los últimos meses. Llegó Eris, putitos marca un punto de quiebre dentro de la saga épica que habíamos estado disfrutando, repleta de exaltados héroes mitológicos en historias llenas de drama, acción, suspenso y violencia. Esta vez es la comedia la que asoma de manera ingeniosa, gracias a la dramaturgia del argentino Juanco Stringa y al nuevo encargado de dirección Johan Escalante. Los méritos en la dirección de arte de Luis Peche se mantienen intactos para presentarnos otro relato mitológico, pero con un tratamiento muy diferente.

La diosa griega de la discordia, la soberbia Eris, se encuentra sorprendida al encontrarse relegada en la última lista actualizada de los más malos del mundo. Incapaz de soportar esta situación, decide reclutar a una insólita banda de secuaces para destronar a su mayor oponente, el Capitán Mal. Con alternancia de secuencias en vivo y pregrabadas, la historia fluye sin tropiezos, esta vez innovando hasta cierto punto en el uso de las cámaras y además, con una secuencia interactiva en la que el público puede participar a través del chat. Toda la propuesta escénica es un oportuno respiro dentro de la ya abundante producción dramática del colectivo, que le abre nuevas posibilidades a su futuro repertorio.

En el papel protagónico, la carismática Yasmin De La Oliva mantiene la misma solidez y fuerza de las anteriores heroínas dela saga mitológica, aportando también la justa cuota de humor. Por su parte, Giancarlo Infante es convincente y versátil interpretando sus diversos roles. Llegó Eris, putitos, siempre con la eficiente producción general Daisy Avilan, es una sólida y entretenida comedia “mitológica contemporánea” y esperamos que sea el inicio de una constante exploración, por parte de Mitos Estudio, de los riquísimos clásicos griegos dentro de este género.

Sergio Velarde

26 de agosto de 2021

martes, 24 de agosto de 2021

Crítica: EL BAILE DE LAS SOMBRAS


Podcast sobre la ceguera

El montaje dirigido por Ray Alvarez fue totalmente auditivo, al estilo de una radiohistoria teatral, pero interesante, pues dejaba a la imaginación muchas circunstancias en las que se desarrollaba; sin embargo, pudo haberse realizado en vivo y no solo presentado como una grabación. Recuerdo que una vez la talentosa y joven dramaturga Desly Angulo presentó también su montaje en formato auditivo en Erotique, relatos al oído; al final de su espectáculo, ella y sus actores se tomaron un tiempo para conversar con el público sobre sus experiencias sensoriales. Cuando leí que El baile de la sombras también sería auditivo, pensé que sería similar. Creo que debido a la temática, una conversación con el público hubiera sido necesaria.

Fueron cuatro historias que nos llevaron a reflexionar sobre el impacto de la ceguera en las personas. Escritas por Paris Pesantes, todas fueron originales, pero al mismo tiempo no fueron del todo impactantes. El tema de la ceguera se narraba como anécdotas desde el punto de vista de quienes sí pueden ver. Mientras escuchaba el montaje, me preguntaba internamente: ¿Qué pensaría una persona con ceguera de verdad sobre el montaje? ¿Se sentiría identificada? ¿Le causaría empatía? ¿Sentiría que están extrapolando sus experiencias? ¿Hubo investigación teatral previa a la realización de las historias? Creo que como se trata de un montaje auspiciado por el Ministerio de Cultura, el objetivo debió ser el de aspirar a tener un mayor público. Es por eso que creo, humildemente, que una relación más directa con los espectadores habría sido necesaria, como incluir un conversatorio. Adicionalmente, creo que la obra merece ser vista por más personas. Esta es, por supuesto, una crítica constructiva.

En relación a las actuaciones, me gustaron todas. El elenco fue compuesto por Magaly Libertad, Vielka Brigith, Kike Neyra, Juana Arteaga y Abel Bazán. Obviamente no puedo identificar las voces y los personajes de las cuatro historias, pero en general me gustó que las intenciones de sorpresa y las emociones fuertes fueran claras por parte de los actores. Al final, hubo un diálogo muy conmovedor sobre los problemas sociales relacionados con esta discapacidad, la de no poder ver, entre un par de amigas. Finalmente, El baile de las sombras es un montaje interesante y en un formato en vivo, habría funcionado mejor.

Enrique Pacheco

24 de agosto de 2021

lunes, 23 de agosto de 2021

Crítica: AMORES EN JUEGO


Sobre la exploración del amor en tiempos de pandemia: el caso de Sonder Compañía

Sonder Compañía está presentando su nueva temporada llamada Amores en juego, constituida por tres obras virtuales que buscan abordar y explorar el amor en distintas formas. La dramaturgia de este proyecto estuvo a cargo de Federico Abrill y Paris Pesantes, además de contar con la dirección escénica de Renato Medina-Vasallo, Jimena del Sante y Daniela Zea. La temporada se encuentra en formato virtual a través de la plataforma Joinnus.

INSTRUCCIONES PARA RECONSTRUIR UN CORAZÓN ROTO EN 90 DÍAS (Y UNA PANDEMIA)

Esta obra es la versión libre del texto Así se rompe un corazón roto de Abrill, bajo la dirección de Del Sante. Se cuenta la historia de Piera (Piera del Campo) y Santiago (Santiago Torres), dos jóvenes limeños que se conocen en una situación poco convencional. Es interesante cómo este texto aborda una dualidad entre el amor y el desamor en los personajes, quienes – en medio de una pandemia – tratan de lidiar con los miedos de darse a conocer a alguien nuevo. La construcción de los personajes estuvo llena de “guiños” a modas y referencias juveniles que puede provocar la empatía rápida por parte del público espectador. Un aspecto muy importante en una obra virtual – llamémoslo así-, es el lidiar con las condiciones del internet. Si bien no se puede controlar si este falla o no, es importante afrontar alguna demora o desconexión del compañero en escena. En este sentido, considero que hubo una falta de escucha en ciertas partes de la obra, lo que provocó que a veces el ritmo de la obra caiga. Sin embargo, el lidiar con estas circunstancias es un reto para las artes escénicas -desde que las creaciones escénicas ocurren en la virtualidad-, por lo que solo la práctica hará que aprendamos a lidiar con ello. Es importante resaltar que esta obra es una de las pocas que se ha atrevido a tocar el tema amor-desamor en un contexto limeño, entre personajes millennials y/o centennials.

34 FORMAS DE DECIR TE QUIERO

Se trata de la adaptación virtual de Victor Camino, con la dramaturgia de Abrill con la dirección de Zea. Stephany Orué y Nidia Bermejo les dan vida a Elisa y Andrea, una pareja que acaba de terminar de tener sexo virtual por videollamada. Ambas mujeres son casadas, por lo que sus encuentros son clandestinos e inciertos. La obra representa una conversación entre ambas mujeres, la cual terminará de definir el futuro de su relación. La construcción de ambos personajes estuvo llena de detalles, desde el vestuario elegido hasta los rangos de movimiento que cada actriz propuso. Es importante mencionar el nivel de complicidad que el espectador podía percibir de esta pareja, incluso en momentos de discusión: daba la impresión de que los personajes se conocían de toda la vida. El manejo del espacio con el que cada actriz contaba fue preciso, como la convención de mirar a distintas direcciones para indicar los diferentes planos del texto. El producto final es una justificación suficiente para confirmar que este texto es en verdad un “poema escénico”.

DONDE LAS MARIPOSAS VUELAN

Esta obra cuenta con la dramaturgia de Pesantes, bajo la dirección de Medina–Vasallo. Miki (Gerson Del Carpio) está a punto de dar una prueba artística como drag queen; antes de ello llamará a Maribel (Grapa Paola), su abuela, con quien no habla desde hace tiempo. La obra es una representación de una conversación entre ambos personajes, en la cual se pondrán en discusión miedos y prejuicios de ambos personajes. La construcción de ambos personajes estuvo repleta de detalles, lo cual permitió la construcción de un vínculo especial entre ambos. La caracterización de ambos personajes fue precisa, especialmente tratándose de lo que implica representar a un drag queen en escena: detalles como el maquillaje y el vestuario fueron claves y precisos dentro de esta representación. Si bien muchas obras optan por ser representadas en vivo, es atinada la decisión de que esta obra sea grabada previamente, dados los requerimientos técnicos que implica la caracterización de los personajes. Es interesante cómo la propuesta virtual aborda la relación abuela – nieto, especialmente en un contexto pandémico: el público se queda con una sensación de calidez al ver cómo, a pesar de la distancia, el vínculo entre ambos personajes permanece fuerte y en pie.

Esta temporada de Sonder Compañía corresponde a la necesidad urgente de proporcionar espacios escénicos – y virtuales- para explorar el amor en distintos aspectos. La investigación sensible que estas propuestas escénicas ofrecen da una sensación de calidez al espectador, quien inmediatamente conectará con cada una de las situaciones propuestas en cada obra. Es aplaudible que cada vez más compañías den la oportunidad de poner en obras de autoría nacional, las cuales ofrecen historias correspondientes al aquí y ahora peruanos.

Stefany Olivos

23 de agosto de 2021

domingo, 22 de agosto de 2021

Crítica: ENTRE LÍNEAS – REFLEXIONES DESDE LA DISCAPACIDAD


Un íntimo y necesario ejercicio escénico-audiovisual

JointCo, tal como lo refiere la descripción en su página de Facebook, es “una organización que crea vínculos y relaciones entre la persona con y sin discapacidad a partir de las artes escénicas”, dirigida por Alejandra Baraybar, que en esta oportunidad viene produciendo un espectáculo tan personal como necesario, en una sociedad donde las personas con discapacidad requieren que sus fortalezas y dificultades sean visibilizadas, aceptadas y comprendidas.

Entre Líneas - Reflexiones desde la discapacidad es un video performance escrito y protagonizado por Baraybar, quien a su vez lo dirige junto a Vian King. Teniendo como eje principal el tema de la discapacidad y los prejuicios sociales, esta propuesta escénico-audiovisual es un importante registro de algunos momentos del día a día de la protagonista, quien en medio de la búsqueda de su propia identidad comparte su experiencia con sensibilidad y valentía, permitiendo al público no solo identificarse con ella, sino también cuestionarse acerca de su accionar frente a la discapacidad.

El impecable uso de los recursos audiovisuales fue un detalle clave para adentrarnos en el universo de Baraybar, quien nos guía por distintos ambientes de su casa, en los cuales ocurren los eventos clave que va ejecutando, los mismos que cuentan con una audio descripción y el uso de subtítulos, pensados para que el espectador con discapacidad disfrute de la experiencia. Además, el acompañamiento de la música clásica significó un plus muy acertado que terminó por redondear la propuesta.

Entre Líneas - Reflexiones desde la discapacidad, un honesto proyecto audiovisual, que nace de la urgente necesidad de integrar a las personas con discapacidad a una sociedad muchas veces indiferente. Una sociedad que debe comprender que las personas con discapacidad no tienen que adaptarse al medio, porque ya forman parte de él, con sus propios procesos de aprendizaje y avanzando a su propio ritmo; por el contrario, es el entorno el que debe activar su capacidad de inclusión y atención a esta comunidad, despojándose de los estigmas sociales que no hacen más que separarnos como seres humanos, por ello iniciativas como esta son tan importantes para seguir cuestionándonos.

Maria Cristina Mory Cárdenas

22 de agosto de 2021

sábado, 21 de agosto de 2021

Crítica: EL DIARIO DE BECKY ROGER


Intrigas de doble personalidad

De los creadores de las hilarantes puestas El primer caso de Black & Jack (2017) y Submarinos, una inmersión en el tiempo (2020), nos llega otra arriesgada y divertida propuesta escénica virtual de Gestus Producciones, ahora en colaboración con Microteatro, dentro de su segunda temporada “De lejitos”. Nuevamente bajo la dirección de Paloma Reyes de Sá, la irreverencia es la mayor fortaleza de El Diario de Becky Roger, proyecto grabado disponible en Joinnus, que confirma que el cuarteto creativo responsable de esta creación colectiva y formado por la directora Reyes de Sá y los actores Jely Reátegui, Manuel Gold y Cesar García (quien oficia aquí de productor) es ya garantía de entretenimiento de principio a fin.

La inspiración para esta nueva obra en línea se basa libremente en las magníficas películas del film noir o cine negro del siglo pasado (historias de crímenes con marcada estilización de personajes y ambientes), pero con un enfoque sobrenatural extraído de una de las más célebres historias de Robert Louis Stevenson. Toda la acción se desarrolla en la habitación de un hotel de media estrella, en medio de una ciudad amenazada con la presencia de un “misterioso bandido de la gabardina”, un criminal que se dedica a asaltar bancos a diestra y siniestra. En escena, vemos por turnos a Becky (Reátegui) y a Roger (Gold), quienes aparecen misteriosamente cuando el otro desaparece y vistiendo las mismas prendas. Ambos se comunican mediante un diario, mientras descubren en el lugar un maletín lleno de dinero y además, otros personajes que escuchamos en off comienzan a ser asesinados y apiñarse los cuerpos en medio de la habitación.

Las acciones, por más absurdas que sean, son ejecutadas con total compromiso y convicción por Reátegui y Gold, ambos conscientes de su enorme potencial para la comedia. La dirección es fluida y no decae en ningún momento, consiguiendo las mejores secuencias cuando ambos personajes comparten finalmente el mismo espacio. La producción luce muy cuidada, especialmente en el maquillaje y los vestuarios, que nos trasladan a esta época de misterio y peligro. Excelente la realización audiovisual de Javier Carmona. El Diario de Becky Roger es una ingeniosa propuesta que consolida a sus creadores como artistas capaces de llevar la irreverencia hasta sus últimas consecuencias para el disfrute de los espectadores.

Sergio Velarde

21 de agosto de 2021

jueves, 19 de agosto de 2021

Crítica: EN TRÁNSITO


Crisis sentimental en el aeropuerto

A pesar de todas las nefastas consecuencias que ha ocasionado el cierre de los teatros por la pandemia, poco a poco la “normalidad” viene retornando para los diferentes colectivos limeños, algunos ya con temporadas presenciales completadas o anunciadas. En el caso del acogedor Teatro de Lucía en Miraflores, luego de prácticamente año y medio de cierre obligatorio, sus reflectores vuelven a encenderse para mostrarnos nuevas historias sobre su escenario, si bien serán transmitidas en formato grabado y a través de la plataforma Joinnus. La primera en ofrecerse al público es En tránsito, comedia de autoría de Gino Luque y con la dirección de Lucho Tuesta, que nos hace reencontrarnos, al menos a través de la pantalla, con esta entrañable sala teatral.

Ubicada en el aeropuerto en plena pandemia, la pieza nos presenta a una pareja en crisis (Sandra Bernasconi y Gustavo Mayer), que se alista para volver a su país de origen con su bebé recién nacido y así comenzar una nueva vida juntos. Sin embargo, la conversación coloquial que mantienen, llena de lugares comunes, termina revelando ciertos secretos que traerán imprevistas confesiones, las cuales alterarán más los ánimos. La dramaturgia de Luque consigue interesarnos en el destino de esta disfuncional pareja y su tirante relación, incluyendo algunos temas ciertamente relevantes, como la crisis sanitaria y la complicada decisión de empezar de nuevo en otros lares.  

Tuesta aprovecha al máximo la situación, servida con diálogos bastante ingeniosos y nos ofrece una puesta en escena fluida y entretenida. La escenografía es sencilla y funcional, recayendo todo el peso de la obra en sus actores. En ese sentido, los experimentados Bernasconi y Mayer ofrecen convincentes actuaciones, manejando bien los momentos cómicos y los quiebres dramáticos. Grabada con tres cámaras, En tránsito es un feliz reencuentro virtual con uno de los teatros más acogedores de Miraflores, inaugurado en 2012 en homenaje a nuestra primera actriz Lucía Irurita, y que nos mantiene a la expectativa de las próximas puestas en línea que nos estarán ofreciendo durante el año.

Sergio Velarde

19 de agosto de 2021

martes, 17 de agosto de 2021

Crítica: LA COMEDIA DE LOS ERRORES


Una divertida confusión

No cabe duda que el legado William Shakespeare permanece vigente, sobre todo en los tiempos difíciles que corren; así, La comedia de los errores (The comedy of errors), estrenada por primera vez en 1594, se presenta esta vez bajo la producción del Club de Teatro de Lima y en formato virtual por una breve temporada.

Dirigida por Santiago Giraldo, en su versión libre de tres actos, relata la historia del mercader Antífolo y su criado Dromio, quienes llegan a la ciudad de Éfeso, sin saber que allí viven los hermanos gemelos de ambos; entonces, serán confundidos por familiares y allegados, resultando más de una confusión hasta que los pares idénticos puedan reencontrarse. 

El afiatado reparto lo conforman Maykol Asencios, Gerardo Cárdenas, Cintia Díaz del Olmo, Iorana Gallardo, José Gómez Ferguson, Hendrick La Torre y Josefo Palomino. Destacando la participación de Gómez Ferguson (Antífolo) y Palomino (Dromio), quienes representaron la dualidad de personajes con solvencia, otorgándoles rasgos marcados y diferenciados en ambos casos.

La transmisión se llevó a cabo sin interrupciones, optando como componentes de la escenografía los fondos o plantillas de pantalla, que si bien aportaron a crear la atmósfera de los distintos lugares que recorrían los personajes, también es cierto que deslucieron en cierta medida la calidad de la imagen de los actores, entrecortando las siluetas, lo cual no permitía apreciar la precisión de algunas acciones físicas; ello como un detalle que podría tomarse en cuenta.

La comedia de los errores es una entretenida puesta virtual, que destaca por las situaciones jocosas, los líos y los obstáculos que deben vencer sus personajes en muy poco tiempo, las cuales atrapan al espectador desde el primer momento, siendo resueltas con suma fluidez por el experimentado elenco del Club de Teatro de Lima.

Maria Cristina Mory Cárdenas

17 de agosto de 2021

domingo, 15 de agosto de 2021

Crítica: DINOSAURIOS, LA EXTINCIÓN


Extinciones

La agrupación Teatro de Cuarta es de ese tipo de asociaciones cuyos nombres significan exactamente lo contrario. Mientras miraba el video promocional, me pareció sorprendente la humildad con la que Percy Velarde describe su trabajo escénico. Contrariamente a ser de cuarta, el montaje fue increíblemente original y me atrevería a decir que arriesgado, pero en el bueno sentido: no cualquier grupo de actores puede manejar el hecho de realizar una grabación en un lugar público, pues así sea con distanciamiento social se está expuesto a los sonidos del ambiente y de las personas mientras visitan ese espacio público. Mientras miraba el montaje, me imaginaba la gran cantidad de veces que se tuvo que montar una escena, lo cual demuestra el compromiso de los actores.

Al comienzo pensé que se trataría de un montaje infantile, con personajes y conflicto dramático muy convencional, algo muy común en el teatro familiar, pero fue todo lo contrario: la historia superó mis expectativas, principalmente, por la originalidad de la propuesta. La dramaturgia es del autor Daniel Salomone; sin embargo, la adaptación fue emocionante. La historia aborda con humor el peligro de la contaminación y enseña con valores la importancia de la amistad. Esta capta la atención desde el inicio, debido a que los actores no exageraban sus personajes y más bien, buscaban la precisión de sus movimientos. Presentí que los actores tenían cierta experiencia en el clown, pues mientras investigaba sobre los antecedentes, descubrí que Velarde fue el gestor de Clownfóbicos, un montaje hilarante del 2018, igualmente original, que tuve la oportunidad de mirar en aquel año.

Por otro lado, creo que los vestuarios pudieron ser de un material de color más vivo, pues ese es uno de los aspectos que más cautiva al público infantil. Pienso que la narrativa fue clara, con conflictos originales y con un lenguaje que definitivamente atrae a los niños. Fueron muy simpáticos los efectos visuales que acompañaban a las situaciones, como durante las onomatopeyas que decían los actores en los diálogos. Audiovisualmente, el montaje fue perfecto. ¡Felicitaciones a la producción por la dedicación y por no dejar simplemente a la imaginación del público los efectos especiales!

Abordando el tema de las actuaciones, quien destacó fue Jorge Luis Palma y su rol como el dinosaurio Tego. A pesar de ser el protagonista de la historia, supo desenvolverse con la misma energía que sus compañeros. También el rol de Valeria Vilela, como la antipática Tera, la sobrina boba del Lord Rextintong fue interesante.

El montaje en general se notaba claramente que fue producto de muchos ensayos. En general, lo más atractivo de Dinosaurios, la extinción fue el atrevimiento (en el buen sentido de la palabra) de hacerlo al aire libre y que el audio y la historia funcionaran muy bien. Creo que lo más destacable fue el empeño colectivo por hacer un montaje grabado y atractivo.

Enrique Pacheco

15 de agosto de 2021

viernes, 13 de agosto de 2021

Entrevista: FEDERICO ABRILL


“Haberme formado como actor me ha ayudado mucho como escritor.”

Uno de los jóvenes dramaturgos más constantes en nuestras carteleras teatral y virtual es Federico Abrill. Él se encuentra entusiasmado con el estreno de su última pieza, titulada El compromiso, producida por Cécica Bernasconi para ACAU y Teatro de Lucía, que podrá ser disfrutada a través de la plataforma de Joinnus a partir del próximo lunes 16 de agosto. La dirección es de David Carrillo y las actuaciones corren a cargo de la actriz Alicia Mercado y el actor Emanuel Soriano. 

Vanesa y Javier son una pareja joven, exitosa y que acaban de estrenar un nuevo departamento. Todo sería perfecto si no atravesaran una crisis sexual. Para renovarse plantean jugar a ser otros y la meta es llegar a la habitación. Pero su intento fracasa por las dudas de Javier.  Esto los lleva a tomar una decisión: para que las cosas funciones deben comprometerse con el juego de roles sin saber que todo se les terminará yendo de las manos.

Esta puesta en escena ha sido beneficiaria de las Líneas de apoyo económico para el sector del Ministerio de Cultura. Las entradas se podrán adquirir desde cualquier país del mundo. El costo de es de S/. 28 soles o su equivalente en el extranjero. Una vez adquirida la entrada el público tendrá 24 horas para poder ver la función.

Sergio Velarde

13 de agosto de 2021


Entrevista: MARIO ZANATTA


“El fin de la dramaturgia es la escena.”

Uno de los dramaturgos jóvenes más interesantes de nuestro medio teatral es Mario Zanatta, quien escribió la pieza virtual De cuando el Flaco Martínez se fue al cielo sin decirle adiós a su chibolo, próxima a estrenarse. Con la idea original y dirección de Rosa Victoria Chauca y la producción de la Casa Cultural Colibrí, este proyecto escénico colaborativo, que integra el teatro y la música, fue ganador de los Estímulos Económicos para la Cultura 2020 y se presentará los días 20, 21, 22, 27, 28 y 29 de agosto a las 8 p. m. vía YouTube.

La historia se desarrolla en una combi que se traslada por siete paraderos, desde el Óvalo Huandoy en Los Olivos hasta el Óvalo Santa Anita en Santa Anita, en la que acompañaremos al Flaco Martínez, entre música chicha y algunos pasajeros que suben, mientras hace el recuento de su vida, ¿él se podrá bajar? A partir de la historia del Flaco Martínez, se develan temas como la construcción de las masculinidades, el machismo, la música chicha y su estética, la migración, la marginalidad y la soledad. La obra nos invita a ver al conductor de combi limeño más allá del papel de quien nos conduce de un extremo a otro de la ciudad, sino como una persona con historia, contexto y complejidades.

Las entradas están a la venta a través de las redes sociales de Casa Cultural Colibrí:

Facebook: https://www.facebook.com/casaculturalcolibri

Instagram: https://www.instagram.com/casaculturalcolibri/

Sergio Velarde

13 de agosto de 2021


Crítica: PROVOCAR EMANCIPACIÓN


Los diversos caminos de la libertad

Las iniciativas virtuales continúan en boga, prueba de ello son las ingeniosas y esforzadas presentaciones, por las que siguen apostando los colectivos y artistas independientes. En esta ocasión, Yestoquelotro Estudio Teatro, dirigido por David Carrillo, ha reunido a los egresados de sus veintidós promociones, con el fin de realizar un proyecto de investigación escénica y audiovisual, el cual en su primera edición presentó Provocar Identidad, reuniendo ocho ficciones breves, que se trabajaron desde la dramaturgia, dirección e interpretación con objetos y frases detonadoras.

Para la segunda edición, se ha preparado un formato que al igual que el primero parte de un mismo eje temático que se ha titulado Provocar Emancipación, teniendo como detonadores un títere, una ventana y la frase “¿Quieres continuar con esto?”; componiéndose de nueve historias con una duración menor a diez minutos. Sin duda, un ejercicio importante de exploración que tuvo un resultado más que favorable; con narrativas conmovedoras y divertidas, sólidas interpretaciones y valiosos trabajos de dirección.

Así, la primera ficción titulada El juego, escrita por Rodrigo Falla Brousset, dirigida por Mirella Ibáñez e interpretada por un versátil Paolo Teevin, nos revela a un solitario joven que se sumerge en un juego de mesa que termina por enfrentarlo con sus más profundos miedos, además, de llevar al espectador a ciertas reflexiones sobre el comportamiento humano. En Papeles de José Spigno, bajo la dirección de Carolina Silvestre, el drama de una joven pareja de inmigrantes (interpretada con solidez por Maryfé Asparria y Luis Alonso Leiva) en busca del sueño americano, los pone en la mira de la policía migratoria, que supone una amenaza latente que no los deja vivir en paz. La tensa relación entre una ex pareja (con los contundentes Yamil Sacín y Rocío Montesinos) que tiene una hija en común, parece haber llegado a su punto crucial y refleja la dura realidad que vivimos en El Día D, de la dramaturgia de Estefanía Cortés y dirigida por Samanta Alva Vargas. Distinto el monólogo que se plantea en Una vez más de Vero del Topo, con la sentida interpretación de Mirella Ibáñez, quien recorre un íntimo sendero de desahogo, tal vez, para dejar ir y liberarse de viejos sentimientos, dándole paso a una nueva versión de sí misma, bajo la acertada dirección de Vanessa Demichelli. Por otro lado, la conmovedora historia de un adulto mayor (interpretado por un sólido Renato Pantigozo) con una enfermedad degenerativa, y el hartazgo de su hija (interpretada por Betsheba Gil) frente a la situación en Tengo que trabajar de Alejandro Díaz y bajo la dirección de Leonardo Véliz, nos muestra cuánto nos falta conocer y comprender más este tipo de enfermedades, para tratar con amor y respeto a quienes las padecen.

Completan el conjunto de ficciones Independencia de Federico Abrill, bajo la dirección de Jean Paul Neyra, que trae la necesaria cuota de humor con las divertidas interpretaciones de Macarena Carrillo y Rodrigo Falla Brousset, en la que se relata la historia de una jovencita que vive una encrucijada al querer independizarse del hogar, pero que no sabe por dónde empezar; entonces recibe la inusual visita de Don José de San Martín, quien le dará algunos consejos sobre el tema. Cabe señalar el buen manejo de los gags y la fotografía que le dieron un plus a la parte visual. En Ocaso de Vanessa Demichelli, volvemos a las pulsiones de un drama, dirigido por Yamil Sacín, e interpretado por Gustavo Iparraguirre y Lessia Limas, una pareja perturbada y envuelta por la sombra de la muerte, que hacia el final podría ganar la batalla. Una suerte de thriller psicológico, nos presenta Ojo de pez, escrita por Mirella Ibáñez y dirigida por Rodrigo Reyes Pavia, donde una supuesta pareja (muy bien ejecutada por Ale Linares y Gian Paul Miranda), va desentrañando una extraña relación que involucra un encierro no voluntario, el cual parece no tener salida. Finalmente, muy bien lograda en el género de humor negro, Ventana a la realidad de David Carrillo y bajo la dirección de Rodrigo Falla Brousset, que nos muestra a una presentadora de noticias (interpretada por Andinnia López-Cano) agobiada por su trabajo, y al borde de la locura, no solo por el director del noticiero (interpretado por Rodrigo Reyes Pavia), sino también por un pequeño títere que salta a la luz como la voz de su conciencia, que termina por hablar más alto.  

Provocar Emancipación es una interesante exploración audiovisual, que logra mostrarnos los diversos caminos hacia la tan ansiada libertad. Un buen trabajo con David Carrillo a la cabeza, quien resalta las virtudes propias y las de sus egresados, tanto en la dramaturgia, como en la dirección y actuación de estas breves pero significativas ficciones.

Maria Cristina Mory Cárdenas

13 de agosto de 2021

viernes, 6 de agosto de 2021

Crítica: EL PERIODISTA


¿Cuarto poder?

El escritor y filósofo escocés Thomas Carlyle fue el primero en atribuirle el término “Cuarto Poder” a la prensa, a mediados del siglo XIX, debido a la importante influencia que tienen los medios de comunicación sobre la opinión pública y la sociedad en general. Y es una dura realidad que en estas épocas de cambios gubernamentales y crisis sanitarias, hemos asistido, salvo honrosas excepciones, al total descalabro de los medios periodísticos en cuanto a su autonomía, rigurosidad e imparcialidad. Basta leer en redes sociales los profundos daños psicosociales y sus nefastas consecuencias que ha provocado la desinformación irresponsable. El periodista, basada en la obra del mismo nombre de Alejandro Ramírez y Felipe Curiel, es una puesta grabada que explora algunos de los aspectos más trascendentes de esta sacrificada y delicada profesión.

Presentada por Disco Producciones, la propuesta del director Jesús Delgado consiste en trasladar a los espectadores en el tiempo, décadas atrás, dentro de una oscura habitación en la que dos hombres de prensa mantienen una tensa conversación, mientras que uno redacta con pasión en su máquina de escribir y el otro se maquilla minutos antes de presentar un noticiero. Manuel (Nicolás Osorio) es un periodista idealista, que cree firmemente en la capacidad transformadora que tiene su profesión en el mundo; sin embargo, Julio (Alberto Vidarte) no comparte dicha afirmación, recordándole la dura y cruda realidad de la práctica periodística. Los precisos diálogos exponen muchas de las problemáticas que enfrenta este oficio, todos (demasiado) actuales y vigentes, que nos llevan a una pertinente reflexión sobre el relevante papel que cumple en nuestra historia.

Muy buenas las interpretaciones de ambos actores, un sólido Vidarte y un sorprendente Osorio en una lograda caracterización, quienes le dan peso y veracidad a sus respectivos personajes. El manejo de la cámara y los efectos sonoros suman a la fluidez de la propuesta. El final de la historia, que cuenta con un componente onírico, justifica de cierta forma la atmósfera tétrica y claustrofóbica que se nos presentó al inicio. El periodista es una oportuna puesta virtual que aborda la enorme responsabilidad que tienen los hombres y mujeres que se dedican a informar, sin olvidar además que son seres humanos, con sus propios conflictos e intereses, y que con su accionar pueden alterar el debido funcionamiento de este cuarto poder.

Sergio Velarde

6 de agosto de 2021

martes, 3 de agosto de 2021

Crítica: ¡PATRIA MÍA!


Por amor a nuestra patria

Bajo la idea original de Christian Suito (quien a su vez forma parte del reparto) y la producción de Teatro Indigente, se presentó ¡Patria mía!, una creación colectiva en la cual se combina el formato cinematográfico junto a los recursos audiovisuales y musicales de manera creativa, logrando un resultado divertido y fresco.

El elenco se completa con la participación de Aaron Banda y Kiyo Gálvez. La propuesta gira en torno a tres amigos (Siani, Gilder y Max), quienes por encargo de la Madre Patria, que teme desaparecer ante la indiferencia de sus hijos, tienen la misión de fomentar el amor por el Perú. Para ello recurren a ingeniosas presentaciones, tales como las parodias, la creación de una canción recorriendo parte de la historia peruana, un reality show, etc., concluyendo con un poderoso mensaje de unión y la promesa de comprometernos más como hijos de un mismo suelo.

Respecto a las interpretaciones, los actores mostraron gran versatilidad y verdad en los distintos personajes que encarnaron, ayudados por el trabajo de caracterización; destacable el trabajo de Banda, quien en su carismático rol de la ‘Madre Pati’, demuestra su natural desempeño en la comedia. De otro lado, el manejo de las imágenes y los planos favorecieron las escenas, contrastando muy bien con los colores del vestuario. Sin duda, un trabajo que matizó con acierto el humor peruano y la cuota conmovedora hacia el final del espectáculo, como un golpe que nos enfrenta con la realidad, que hoy por hoy es la brecha que nos divide.

¡Patria mía! nos recuerda en este Bicentenario, que a pesar de los momentos difíciles y de incertidumbre que nos toca vivir como país, tenemos la responsabilidad de cultivar más nuestra identidad como peruanos y peruanas, que el amor por el Perú no puede extinguirse y que solamente unidos podremos salir adelante. 

Maria Cristina Mory Cárdenas

3 de agosto de 2021

lunes, 2 de agosto de 2021

Crítica: ROSAURA Y LOS NUEVE MONSTRUOS


Buscando refugio

En el libro Poemas Humanos’ de César Vallejo, publicado póstumamente el año 1939, está incluido el poema Los Nueve Monstruos, el cual fue escrito dos años antes, siendo los temas principales el dolor, la impotencia por el sufrimiento ajeno y la degradación del ser humano ante la injusticia y la desigualdad social en Europa. Rosaura y los nueve monstruos está basada en esta lectura y la encargada de hacernos disfrutar de esta corta pero potente historia bajo su dramaturgia y dirección fue Vanessa Vizcarra.

Con la actuación de Wendy Vásquez y bajo la dirección de fotografía de Emiliano Sifuentes, fue grabada en distintos espacios del Centro Cultural PUCP y nos hacen vivir durante veinte minutos aproximados una experiencia extraordinaria, que nos atrapó desde el inicio, cuando vemos a Rosaura mirar con nostalgia toda la ciudad. Desde aquella primera frase “Recordando a los que estuvieron aquí y ahora nos acompañan desde otro plano” nos hace pensar y reflexionar acerca de la angustia y desconsuelo que hemos pasado en algún momento, mucho más en estos tiempos donde todos hemos sentido un gran dolor, ya sea por la pérdida de un ser querido, por una guerra o por alguna enfermedad que nos aqueja.

Un trabajo creativo, muy bien contado, con una historia que pareciera que Vallejo hubiera escrito estos versos pensando precisamente en estos tiempos, donde como se dijo, tal vez muchos hemos vivido la perdida y el duelo en carne viva y nos encontramos atravesando un proceso de duelo y no precisamente personal. Se podría decir que es un duelo colectivo y tal como el personaje de Rosaura, quien parece buscar un refugio al ingresar al centro cultural, nosotros buscamos ya sea en el arte u otras actividades lidiar con este sufrimiento.

Definitivamente, la actuación de Vásquez fue impecable, nos hizo vibrar con cada palabra, cada gesto, cada movimiento; notándose en ella como todo lo que iba narrando mientras recorría los distintos lugares del centro cultural, le salía de las entrañas con total naturalidad. Un trabajo bien construido, detalle a detalle, notándose a lo largo de este recorrido la buena dirección que hubo para ofrecernos un producto completo.

Por otro lado, es mérito reconocer el trabajo del camarógrafo, quien acompañó como un escudero a Rosaura en este recorrido, donde a pesar de ver los espacios vacíos, algo latía dentro de ella y también de nosotros, espacios que fueron usados y ambientados de manera adecuada, sumado a ello la iluminación, imágenes sugerentes y los distintos sonidos que utilizaron, fueron los que terminaron por completar esta interesante obra.

Milagros Guevara

2 de agosto de 2021

domingo, 1 de agosto de 2021

Crítica: LECTURAS DRAMATIZADAS EN EL PATIO


Encomiable trabajo grupal

Muy satisfactorio resultó el ciclo de Lecturas dramatizadas en El Patio, organizado por el colectivo en mención, conformado por los jóvenes artistas Alexandra Garcés, Olga Acosta, Edwin Lam, Manuel Guerrero, Américo Daza y Miguel Seminario, quienes hicieron las veces de directores, actores y dramaturgos, con la complicidad de reconocidos colegas del medio, en seis entregas consecutivas los días jueves de junio y julio, que se destacaron por su pulcritud y sencillez en su ejecución. La primera en estrenarse, la ocurrente y clásica Confusión en la prefectura de Julio Ramón Ribeyro, con la dirección de Acosta, fue la más elaborada, ya que contó con la participación de todo el equipo de El Patio y además, la más pertinente en tiempos post electorales.

Las siguientes lecturas economizaron el número de actores participantes. La divertida y testimonial Dos actores se confiesan de Paris Pesantes, bajo la dirección de Seminario, prometió exactamente lo que anunciaba su título, destacando el carisma de sus intérpretes Gabriel Gonzales y Guerrero, quienes parecían haber experimentado realmente todas las vivencias descritas en la vida de un aspirante a actor. El drama llegó con Pólipos de Eduardo Adrianzén, con la dirección de Lam, en la que la rivalidad entre dos hermanas muy diferentes entre sí, bien retratadas por Diana Moscoso y Garcés, termina en una serie de tristes revelaciones que asocian estos grupos anormales de células del título con embriones. Y en la entretenida Lucas Petrosky de Seminario, dirigida por Garcés, los sicarios Renato Rueda y Daza deben lidiar con la insólita identidad de su última víctima, que le da el título a la pieza.

La comedia estuvo servida con El banquete, ingeniosa pieza de Martín Velásquez bajo la dirección de Guerrero, en la que un cocinero (Gian Paul Miranda) se alista a preparar la cena de Navidad, en la que el plato fuerte es el pavo (Lam). El ciclo terminó en un punto muy alto con la lectura de Dos contra dos, escrita por César de María y dirigida por Seminario, que nos presentó la tensa relación entre una madre (Sylvia Majo) y su hija (Acosta), inmersas en una difícil situación con el inquilino (Santiago Torres). Así como las Lecturas dramatizadas In Memoriam Coco Chiarella, este ciclo organizado por El Patio es una excelente y muy recomendable muestra de verdadero trabajo colectivo, todavía disponible en su cuenta de Instagram.

Sergio Velarde

1º de agosto de 2021