miércoles, 13 de enero de 2021

Entrevista: LUIS ALZAMORA


“Estoy agradecido de conocer mi cuerpo desde la danza para aplicarlo en el teatro.”

Encerrados fue una obra autodefinida como “teatro cinematográfico”, cuya concepción y dirección general estuvo a cargo de Josema Ruiz Vía. Uno de sus actores, Luis Alzamora, ganó el premio del público por su performance en el evento de fin de año de Oficio Crítico 2020. “Mi primer acercamiento al arte fue a través de la danza,” comenta Luis. “Yo soy bailarín, antes que actor, de hecho toda mi vida me he dedicado a bailar; yo era el que siempre participaba en las actuaciones en el colegio, poco a poco fui descubriendo que realmente esto me gustaba.” Luis no tiene ningún familiar artista, salvo un primo pintor que estudió en Bellas Artes, por lo que nunca tuvo un referente real del arte de pequeño; sin embargo, en su casa siempre se escuchaba música criolla. “Ya más adelante descubrí que existía la Escuela Nacional de Folklore, así que decidí que eso era lo que quería hacer.” Luis es consciente de tener una familia comprensiva que siempre lo apoyó en sus decisiones. “Tengo una familia que tiene la mente 100% abierta y sabía que si eso me iba a hacer feliz, entonces me iba a apoyar; siempre lo digo: me siento muy agradecido con mi familia, soy muy afortunado.”

De la danza a la actuación

Los talleres en los centros educativos son indispensables para desarrollar la creatividad artística en los más jóvenes. “Los talleres de danza, teatro y música en los colegios son importantísimos,” asegura Luis. “Yo estudié Educación en la Escuela de Folklor, es súper importante, porque generas una conciencia en los alumnos, no solamente en el trabajo individual, sino en el colectivo." El arte ha sido muy golpeado durante la pandemia y Luis ha visto a varios colegas quedarse sin trabajo, especialmente en aquellos que se dedicaban a la docencia. “Pero ¿dónde nos refugiamos en la pandemia?, pues en ver películas, escuchar música, leer libros, hacer cerámica; finalmente, el arte ha sido nuestro refugio.”


La llegada de Luis al mundo de la actuación, según nos cuenta él mismo, se debió a una cuestión del destino. “Bailaba, en ese tiempo, en grupos y me presentaba en peñas y restaurantes, nunca había visto una obra de teatro; cuando vi la primera ya era grande, tenía 17 y 18, fue una obra de Preludio en el 2015; el espectáculo era una cosa que no podía creer y me dije: ¿Por qué no he visto esto antes? Yo quiero hacer esto.” Es así que Luis se interesa por el teatro musical y como ya sabía danza, decide estudiar actuación para entender así al teatro musical. “Era mi lógica de chibolo de 17 años,” refiere. “Y por cosas del destino, llegué un taller de teatro musical.”

Es entonces que Luis llega al taller de Preludio, en donde tuvo muy buenos maestros. “Como Trilce Cavero, en Canto, ella es maravillosa, le tengo mucho cariño; también a Karlo Luyo (yo no sabía que era una personalidad del teatro musical en Lima), ya había trabajado con él como compañero, pero lo tuve de profesor de Coreografía y fue lo máximo; y en Actuación tuve a Carlos Garcia-Rosell.” Luis tuvo una muestra coral, con los alumnos distribuidos en grupos que interpretaban a modo de coro griego, diferentes obras musicales resumidas en 15 minutos. “No pude continuar, porque el horario no me acomodaba, pero sí pude ver cómo funciona el montaje de una obra musical: la experiencia fue súper distinta a la del teatro de texto, fue agotadora.” Para Luis, el taller de Preludio fue una experiencia enriquecedora que nutrió la carrera artística que estaba llevando hasta entonces.

Aprendizajes y temporadas


Por recomendación de un amigo, Luis llegó al Teatro Larco a ver el pre-estreno de Love & Chill (2016). Al final de la función, uno de los actores (Pedro Pablo Corpancho) anuncia las inscripciones para un nuevo taller de actuación, a cargo de David Carrillo. “Me dije que la vida me había traído a este ligar," recuerda. “Llegué a mi casa, mandé mi correo, hice la audición sin saber quién era David Carrillo y esa fue la casualidad más linda que me pudo haber dado la vida.” Luis valoró y disfrutó mucho la enseñanza de Carrillo. “Fue un regalo maravilloso de los dioses del teatro, porque es un súper capo, es un amor de persona y sus clases fueron lo mejor; yo vivía muy lejos, en el Callao y David daba sus clases en Barranco, me tomaba dos horas llegar a sus clases, tenía que levantarme 7 de la mañana para llegar a las 10 al taller, y de ahí me tenía que ir a trabajar en el Elenco Nacional.” Luis llevó esta rutina, del Callao a Barranco, luego a San Borja y de regreso al Callao. “Regresaba a mi casa trapo, pero feliz.” Como resultado, se estrenó De pie por la ceremonia (2018) en el Teatro Mocha Graña, con dramaturgia de varios autores internacionales, con la adaptación de Carrillo y Corpancho, y la traducción de Raúl Sánchez McMillan.

“El trabajo físico es muy importante y estoy agradecido de conocer mi cuerpo desde la danza para aplicarlo en el teatro, porque es muy importante manejarlo,” manifiesta Luis. “Se tiene que tener un cuerpo maleable y conocer las diferentes energías con las que aportar a tu personaje, así se logra conectar el cuerpo con el personaje.” Es válido el análisis psicológico del personaje, pero Luis se inclina más por conocer la corporalidad del personaje antes que nada. “Es un gran inicio empezar desde el cuerpo, conocer sus energías de tu cuerpo, eso es primordial y agradezco haber llegado así al teatro.” Agrega además, que en las clases veía “sufrir” a muchos compañeros con las rutinas de ejercicio físico. “No podían hacer un abdominal o saltar, que para mí son cosas tan elementales, pero otros era muy complicado y tuvieron que ajustarse mucho en el trabajo físico.”


El proyecto de Encerrados, acerca del encierro obligatorio decretado por nuestro gobierno, llegó gracias a su amigo, el autor Ruiz Vía. “Me escribió un día, me dijo que tenía su proyecto, que era como una especie de Frankenstein, con la idea de juntar gente en una casa.” Luis acababa de ver un unipersonal de Gisela Ponce de León y le pareció perfecto el momento. “Fue perfecto el momento y me mandé con todo; fue una creación colectiva, éramos seis actores y solo conocía a dos, así que conocer y trabajar con gente que no conoces fue una experiencia muy interesante.” La construcción del espectáculo se generó en base a las ideas de todos los actores, pues cada uno ya tenía la idea clara de lo que quería hablar. “Tuvimos las primeras sesiones, con el feedback de todos y creo que si bien es cierto cada uno peleó por su monólogo, la construcción fue colectiva desde un inicio, porque los aportes de todos ayudaron a que se generen los cimientos para que cada uno haga su trabajo.” Posteriormente, Ruiz Vía conectó las escenas en orden para el resultado que se estrenó finalmente.

Luego de todo el proceso de grabación y edición, uno que demoró bastante en realizarse, Luis y el elenco estuvieron listos para ver el producto final en su pre-estreno. “Fue para todos un descubrimiento, fue muy emocionante ver nuestro trabajo de tanto tiempo, de tantos meses, fue un desahogo.” Toda esta situación ha sido muy complicada para los artistas, y Luis tuvo la chance detener un escape emocional a través de su actuación. “Todos necesitamos contar algo que no nos deja en paz, creo que en eso se mueve el arte, es un desahogo para el artista, porque todo lo absorbemos, no sabemos cómo nos afecta y necesitamos compartirlo.” A Luis le sorprendió mucho la nominación, ya que considera que todos los trabajos de sus compañeros estuvieron excelentes. “Fue un lindo regalo y me sentí muy feliz por todos los conocidos que habían sido nominados; Encerrados fue un proyecto absolutamente independiente, pero que valió la pena.”

Actualmente, Luis prepara temporadas con el Ballet Folklórico Nacional, pero está a la expectativa de la situación sanitaria, tan incierta en estos momentos. “Tengo algunos proyectos personales, pero todavía no los tengo del todo cuajados, pero relacionados igual a lo que nos sucede; además espero terminar mi taller de Ópalo, porque estamos con una obra pendiente, así que esperamos que todo se pueda dar este año,” concluye.

Sergio Velarde

13 de enero de 2021

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