sábado, 29 de agosto de 2020

Crítica URÓBOROS


El ciclo interminable de las relaciones humanas

Las relaciones humanas constituyen una fuente inacabable de inspiración para las artes. En un contexto tan especialmente crítico como el que estamos viviendo, se hace necesario reflexionar sobre la naturaleza de los vínculos que nos han unido alguna vez con otra persona. Un ejemplo de ello es Uróboros, obra escrita y dirigida por Verony Centeno, con las actuaciones de Sandra Mendoza y Ed Salcedo. Una pareja comparte el vídeo-diario de su relación, desde que inició hasta que el ciclo terminó para volver a empezar.

El ciclo eterno de vínculos  humanos es lo que Sami y Rick, personajes de la obra, dieron a conocer en este montaje virtual. La representación constituyó una recopilación de momentos importantes dentro de la relación amorosa de los personajes. Esto se logró gracias a grabaciones y representaciones en vivo por parte de los actores, lo cual le dio una sensación cinematográfica al montaje. Los encuadres de las cámaras fueron pensados de manera especial para cada situación: por momentos podíamos ver el espacio personal de cada personaje, como también podía tratarse de un enfoque solo a los labios de los actores. Estos cambios generaban un mayor impacto – intencional desde la dirección – en las escenas respectivas. El manejo de la cámara, además del uso de distintas tonalidades en la iluminación,  resultó ser un recurso muy importante y detalladamente diseñado en esta representación, dando como resultado un montaje dinámico y atractivo visualmente.

La construcción de los personajes estuvo llena de detalles desde  el primer momento. El espectador podía ver el espacio de cada personaje a través de la cámara y encontrar objetos o texturas que encajaban perfectamente con lo que se iba conociendo tanto de Sami como de Rick. El texto fue interiorizado por parte de ambos actores, logrando así una sensación de cotidianeidad a lo largo de la obra. Se debe destacar el nivel de conexión logrado por parte de Mendoza y Salcedo a lo largo de la obra, además del hecho de tener mucha precisión en los cambios de escenas, encendidos y apagados de cámara y audio.

¿Cómo evolucionan las relaciones humanas? Una de las preguntas que me dejó esta representación. Esta obra, lejos de hablar del inicio hermoso y el final triste de una relación, resalta la naturaleza del ciclo eterno que implica este tipo de situaciones. Cada experiencia, como la de Sami y Rick, definitivamente deja muchas enseñanzas a quienes involucró en su momento. Si bien las relaciones van y vienen, somos nosotros los que no dejamos de aprender con cada experiencia y con cada persona con la que nos vamos cruzando. El ciclo se repite, pero nosotros, los seres humanos,  nunca dejamos de evolucionar.

Stefany Olivos

29 de agosto de 2020

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