viernes, 19 de junio de 2020

Crítica: LA OTRA CARA DE EVA

La nueva cara de la Interpretación  

Mucho se viene hablando y escribiendo sobre el presente y el futuro del teatro en plena pandemia y también cuando esta termine. ¿Será o no será teatro todo lo que estamos viendo en nuestras pantallas? Interminables discusiones e intercambios de opiniones, en las que ninguno tiene la razón y a la vez, todos la tienen. Más allá de las estrictas definiciones de los más puristas y las nuevas tendencias que abrazan con entusiasmo las modernas tecnologías, lo cierto es que una característica ineludible e irremplazable del Teatro (así, con mayúscula) es la del convivio, en donde actor y espectador conviven en el mismo espacio y tiempo, de manera directa y sin intermediarios. Detalles que lo son todo, como por ejemplo, que el actor pueda percibir en vivo la respiración y las reacciones del espectador; y este último pueda además, escrutar todo el espacio en donde se mueve el intérprete, sin las restricciones que impone una pantalla. Lo que sí existe, sin duda, es la Interpretación y en ese sentido, absolutamente todos los proyectos virtuales que se vienen gestando son válidos y valiosos, como lo es la breve temporada de La otra cara de Eva, a cargo de Piso 1 Producciones.

No es un secreto que quien escribe estas líneas tiene (tuve y me imagino, nunca dejaré de tener) ciertas reticencias hacia el microteatro (así, todavía, con minúscula). ¡Y eso que ahora casi todo lo es! Sin embargo, la calidad de las últimas microobras que este servidor alcanzó a ver (en aquellos tiempos de “normalidad” que se ven cada vez más lejanos) ha ayudado no solo a darle a este formato, que cuesta lo mismo que una entrada de estudiantes para una obra independiente de hora y pico de duración, el beneficio de la duda. Agregando además, el talento y oficio de dramaturgos, directores, productores y actores involucrados que encuentran en estas microhistorias de cuarto de hora, la oportunidad perfecta para experimentar y subsistir. La otra cara de Eva, escrita por el venezolano José Gregorio Rodríguez y dirigida por el joven actor Manuel Baca Solsol, a quien vimos en la muy recomendable Los cachorros (2019), no defrauda las expectativas y mantiene el ritmo y el suspenso a lo largo de su corta duración en línea.

La destreza actoral de Yamil Sacin y Andrea Luna permite que esta historia del parroquiano homofóbico y la sensual prostituta en “caliente” comunicación virtual funcione y que también sea creíble su sorpresivo desenlace. La otra cara de Eva forma parte de esta nueva oleada de espectáculos en línea, realizados con profesionalismo y convicción, al lado de lecturas dramatizadas, fragmentos adaptados de obras de largo aliento, relatos radiofónicos y mucho más. ¿Teatro o no? Que siga la polémica. Pero es esta la nueva “normalidad” y la adaptación se hace imprescindible. Este amable espectáculo de Piso 1 Producciones refleja la nueva cara de la Interpretación en tiempos de pandemia, una a la que solo podremos ver (por el momento) a través de la pantalla de nuestro dispositivo.

Sergio Velarde
19 de junio de 2020

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