lunes, 10 de junio de 2019

Crítica: CLOWNFÓBICOS


Que pasen los clowns

Percy Velarde, actor y profesor formador en la técnica del clown, dirigió “Clownfóbicos” con las actuaciones de Javier Arenaza, Renzo Bravo, Patricia Pachas, Gerson León, Lizbeth Camarena, Juan Vega y Juan Luis Salinas. El montaje fue una parodia de programa televisivo en la que los participantes tienen que mostrar sus más terribles fobias y hacía que el payaso que existe en cada uno de ellos aflore. “Clownfóbicos” solo tuvo seis funciones durante el mes de junio en la Asociación de Artistas Aficionados (AAA).

El espectáculo recibió a los numerosos asistentes con mucho humor y música. Todos empezaron bailando y jugando. Luego, Arenaza, el showman, fue presentando con mucha ironía a cada unos de los actores y a sus respectivas fobias. El clown o el bufón es una técnica teatral que como lo indica el investigador Jacques Lecoq, se puede resumir en el descubrimiento de una debilidad personal en fuerza teatral, esto es lo que él llamaba buscar su propio clown o la búsqueda del propio ridículo. Pocas veces, los seres humanos e incluso muchos actores experimentados están dispuestos a mostrarse en una situación vulnerable y además, exponerla a un público con la herramienta del humor; en ese sentido, estos jóvenes actores, algunos en formación, fueron muy valientes al mostrarse en este montaje.

Una desilusión amorosa, el miedo a las inyecciones, el no poder encontrar un baño en la calle, la mordedura de un perro o el toparse con un insecto se volvieron situaciones cómicas armadas con mucha creatividad, que no paraba de generar risa en el público. Las escenas fueron presentadas una tras otra, pero en cada sketch participaba todo el elenco. En ese sentido, lo más destacable de “Clownfóbicos” fue la predisposición que tienen los jóvenes a trabajar en equipo, esto reflejó las intensas horas de ensayo para poder presentar un producto con mucha coordinación y con momentos musicales muy entretenidos.

Por otro lado, el equipo de producción fue muy asertivo con el juego de luces; y la vestimenta de los personajes fue muy colorida y visualmente atractiva. Respecto a las actuaciones, en general, todo el grupo tuvo una presencia escénica muy buena, pero destacó Salinas por su pantomima natural para el humor y resaltó también la voz graciosa de Arenaza. En algunos momentos del espectáculo, los actores invitaron a ciertas personas del público a participar, pero sin ponerlos en situaciones que los obliguen a actuar; esto fue muy respetuoso por parte del elenco. El montaje fue breve, pero muy prometedor.

“Clownfóbicos” fue una parodia donde el absurdo se transformó en risas y dejó como mensaje, la importancia de interpelarnos sobre nuestros miedos personales o situaciones de vulnerabilidad de las que no siempre somos conscientes.

Enrique Pacheco
10 de junio de 2019

1 comentario:

Evelyn dijo...

Lo vi me encanto el show, no pare de reír. Me gustó que interactúaban con el público. Como la gran mayoría antes no conocía el teatro y ahora he empezado a agarrarle el gusto y a enamorarme de esto. Evelyn