martes, 1 de enero de 2013

Crítica: BRECHT DRAMATIS PERSONAE

Didáctico acercamiento al poeta alemán

La obra que pasamos a reseñar es atípica: se define como un trabajo final del Bachillerato en Teatro realizado en la ENSAD a cargo del profesor Rafael Hernández. Sin embargo, no sólo está presente en este blog por tratarse de una (breve) temporada teatral con entrada liberada, sino porque la calidad del espectáculo bien vale la pena ser reconocida. Brecht Dramatis Personae es una compilación de monólogos extraídos de las obras más representativas del autor en cuestión, de fuerte contenido social y político, representada por ocho actrices y un actor. Las molestias, sobre todo auditivas provenientes del Parque de la Exposición, no empañaron en demasía la calidad del espectáculo. Por su parte, el sencillo y funcional diseño escenográfico corrió a cargo de Estefany Farías y Claudia Salcedo, bachilleres de escenografía bajo la supervisión de Aurora Ayala.

Las piezas seleccionadas de Brecht abarcan todo un abanico de emociones, bien desarrolladas por el elenco y el director: inicia el espectáculo con mucho brío Sergio Ota como Jeremías Peachum de La opera de 3 centavos y lo termina sobriamente Mercedes Montalvo como Pelagueia Vlasova de La Madre. Yuri Cárdenas (a quien vimos en La manzana prohibida) interpreta con precisión a Grusha de El círculo de tiza caucaziano, una cocinera que debe pasar un reto por conservar la custodia de un niño a quien crío por encima de todo; Geraldine Castillo (de El banquete de Mariátegui) construye una Antígona llena de energía y fuerza, mientras desafía a las leyes del hombre por negarse a dejar a su hermano sin sepultura; Fiorella Díaz (de Sólo dime la verdad) le imprime frescura y veracidad al personaje de Juana Dark de Santa Juana de los Mataderos; la carismática Orietta Foy (de La Ciudad de los Reyes) interpreta nada menos que a Madre Coraje, para hacernos ver las terribles consecuencias de una guerra; Alicia Olivares conmueve en su monólogo de El proceso de Juana de Arco en Ruan; Valeria Ramos convence en su personaje dual y antagónico de Shen Te/Shui Ta en El alma buena de Szechuan; y Marleni Salas interpreta con bastante corrección a la viuda renuente a que sus hijos participen en la lucha armada en Los fusiles de la Madre Carrar.

La principal característica de Brecht, dramaturgo capital en la historia del teatro, es la del principio de distanciamiento, en el que el actor no encarna el personaje, sino que lo muestra en escena manteniéndolo a distancia, con el objetivo de volverlo realista y así conservar su esencia y volver el mensaje trascendente. Evitando el desborde y cualquier tipo de catarsis, el espectador entiende el proceder del personaje y toma partido por él. Brecht Dramatis Personae cumple dicha condición y es un interesante montaje con un elenco muy competente; didáctico para aquellos que por primera vez se acercan al autor en mención; y entretenido como espectáculo per se.

Sergio Velarde
01 de enero de 2013

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