viernes, 26 de noviembre de 2010

Crítica: EL ETERNO RECUERDO DE UN CRISTAL


Tímida adaptación de un clásico universal


La pieza “El zoológico de cristal” (The Glass Menagerie), estrenada en 1945, puso en vitrina a uno de los dramaturgos norteamericanos más influyentes del siglo XX, llamado Tenesse Williams. Con fuertes tintes autobiográficos, la obra narra la difícil relación de un empleado de una zapatería con vocación de escritor, la tirante relación con su dominante madre y los estrechos lazos afectivos que le unen con su hermana tullida. Se hace entonces evidente el tema recurrente del autor en sus posteriores creaciones: la negación de la realidad y la incapacidad en sus personajes para encontrarle un sentido a la vida, para finalmente aceptarse tal como son.

Una tímida adaptación de este clásico de la literatura universal se presenta actualmente en el Teatro Julieta, con la dirección del joven actor y director Henry Sotomayor García, titulada “El eterno recuerdo de un cristal”, con la producción de la Compañía El Retorno de la Brújula. Y es tímida por dos razones, principalmente: primero, la puesta en escena no busca explorar "territorios" desconocidos en el argumento, por el contrario, es sumamente fiel al material original, conservando prácticamente el mismo esquema dramático, con algunas ligeras variaciones; y segundo, el escaso tratamiento plástico por parte del director, que prefiere centrarse básicamente en el texto, sin jugar con la expresión corporal y gestual de sus actores. Pero esta timidez no resulta un defecto en sí: el montaje no deja de ser efectivo, la historia se sigue con interés y a pesar de su dilatada duración mantiene el ritmo y la fluidez necesaria, así como un buen equilibrio entre la comedia y el drama que nacen de la situación.

Acaso la única objeción al producto final sea el intento fallido de contextualizar la historia a nuestra realidad nacional, específicamente a finales de los años setenta. La mención de algunos nombres y acontecimientos (un futbolista llamado Cubillas, el auge del terrorismo, por ejemplo) contrastan con la supuesta vida en el “Sur”, el peligro de huracanes y tornados, la música, y algunos términos propios de la realidad norteamericana, presentes en el montaje. Esto tiñe la obra con un matiz de artificialidad, pudiendo haberse mantenido la acción dentro del contexto original, logrando así una mayor veracidad en la historia.

Por otro lado, las actuaciones son muy efectivas: Eileen Céspedes destaca como la castrante madre Amanda, presa de recuerdos de antaño y obsesionada con dirigir la vida de sus hijos. Desde su actuación en “Amores especiales” de Daniel Manchego hace algunos años, Céspedes viene desarrollando una interesante trayectoria con personajes llenos de fuerza y energía. Bien Natalyd Altamirano en el papel de la tímida Laura, quien crea un personaje tan frágil como tierno, muy convincente. Los jóvenes Sergio García Blásquez y Carlos Casella no desentonan con sus compañeras en escena, siendo muy parejo el nivel actoral en general. “El eterno recuerdo de un cristal” es un espectáculo interesante, bastante fiel al original, que podría despegar al soltar el lastre que representa su adaptación a la realidad peruana.

Sergio Velarde

26 de noviembre de 2010

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Crítica: APETITO EN EL BOSQUE ENCANTADO


Bosquejo de obra ecológica   

¿Acaso todas las obras infantiles en la actualidad deben crear conciencia ecológica en los pequeños, necesariamente? ¿Sería un pecado no hacerlo? Si bien es cierto resulta altruista dedicarse a dicha empresa, también lo es que el arte debe ser una efectiva herramienta para llevar esos mensajes a escena de una manera creativa y nunca impuesta al auditorio infantil. O bien se puede prescindir del tema y centrarse en la historia, que si bien no sea muy original, probablemente se hubiera logrado un montaje más sincero, compacto y ágil.

En la Alianza Francesa de Miraflores se viene presentando la obra infantil (o de teatro familiar, según nota de prensa) “Apetito en el Bosque Encantado” escrita por Lily Boza Biscarr y dirigida por el actor Pold Gastello, con la producción de Arde Troya. Un joven llamado Apetito debe enfrentar sus miedos al escapar de unos ogros, encontrar comida para calmar su sonoro estómago y rescatar a una linda hada presa de un malvado mago. Las actuaciones, el vestuario y la escenografía cumplen su función, pero la coartada ecológica, tan “necesaria” en estas épocas, luce sumamente impostada, ya que no tiene mayor relevancia dentro de la historia. Se pueden encontrar mil formas de crear conciencia ambiental en los niños, sin tener los mismos personajes que indicarles textualmente lo que deben hacer.

Además muchas interrogantes aparecen con el transcurrir del montaje, detalles que son muy significativos para los pequeños: ¿Cómo es posible que el espejo de la Ogra Meque (Trilce Cavero) se pueda romper dos veces? ¿Por qué uno de los árboles (Nico Ames) tiene el rostro maquillado de gris como el Ogro Trefe? ¿Por qué el otro árbol (Carmela Tamayo) le da una manzana de esponja a Apetito (Joel Ezeta), mientras que el Mago Sabín (Enrique Victoria) le ofrece al hada Colibrí (Yidda Eslava) una manzana de verdad? ¿Por qué sólo el hada Cándida (Sofía Bogani) tiene alas y el resto carecen de ellas? Detalles fácilmente solucionables que podrían corregirse para futuras temporadas.

A estas alturas, no resulta absurdo exigir a los productores de teatro infantil invertir en ofrecer novedades a su público: por tratarse de un espectáculo musical, bien se pudo presentar pistas grabadas con voz en vivo. No es necesario que los actores sean cantantes (aunque Cavero lo sea, y muy buena), pero bien podrían “interpretar” con entonación las alegres canciones compuestas por las hermanas Cayo. “Apetito en el Bosque Encantado” cumple con entretener al público infantil, pero no podrá elevarse del promedio (la reposición de “La pera de oro” de César de María quedará probablemente como lo mejor del año), hasta encontrar una manera más original y creativa de desarrollarse en escena.

Sergio Velarde 

24 de noviembre de 2010

domingo, 21 de noviembre de 2010

Evento: LAS OBRAS DE LA MUESTRA REGIONAL COSTA CENTRO 2010

En el mes de agosto del presente año se realizó la MUESTRA REGIONAL COSTA CENTRO 2010, por primera vez, en la ciudad de Ica. El encargado del evento fue el grupo Tercera Llamada. Éstas fueron las obras que obtuvieron menciones tanto del Jurado calificador, como de los mismos grupos en votación interna.

La Manzana (...) Teatro
LOS ASESINOS
Autor: José Triana (Adaptación de la obra “La noche de los Asesinos”)
Director: La Manzana (…) Teatro
Elenco: Miguel Ángel Malpartida (Lalo), Alexander Carbajal (Bebo) y Alex Copa Vela (Cuco).
Músicos: Franco Guerra y Kike Fuentes
Técnico: Jorge Luis Rodríguez

Tres hermanos viven en un casa llena de desorden y de desconcierto, en donde se encuentran a si mismos, inician un juego lleno de sarcasmo, burla y maltrato.



Proyecto Zumbayllu
¡QUÉ HAY PUES COMPADRE ZORRO!
Autor: Creación Colectiva
Director: Iván Luera
Elenco: Iván Luera Quispe, Elvira Ortega Caparo y Jorge Monteza Casanova.


“¡Qué hay pues compadre Zorro!” cuenta las aventuras del Zorro, personaje andino conocido por su vanidad y astucia, quien tiene encuentros casuales con otros animales de la sierra a los cuales trata de engañar y siempre termina mal parado.


Taller de Teatro Zapatos Rotos
LA ORGÍA
Autor: Enrique Buenaventura
Director: Arturo Fernández D.
Elenco: Danaliz Alvarado, Miguel Cano, Freddy Miranda, John Castelo, Martin Sepúlveda y Gabriela Fernández.
Equipo Técnico: Martin Álvarez y Rosario Coronado


Se trata, del conflicto de una madre (La Vieja) con su hijo, que es sordo y mudo. La disputa empieza por un dinero que, supuestamente, ella le robó a él para poder hacer la orgía del fin de mes con sus amigos: los mendigos.


Espacio Libre Teatro Contemporáneo
ESPECIES
Autor: Sara Joffré en colaboración con ESPACIO LIBRE
Director: Diego La Hoz
Elenco: Omar Del Águila, Betzabeth Misme, Jhosep Palomino y Jonathan Oliveros.

“Especies” es obra urgente. Surgió de la necesidad de hablar de un tema del que poco se habla o que quizá preferimos no hablar. Cuatro actores se cuestionan el amor de crianza, se preguntan y le preguntan al mundo: ¿Qué somos capaces de hacer en nombre del amor?



Teatro Macuem
ÉRASE UNA VEZ UN REY
Autor: Creación Colectiva grupo ALETH
Director: Martín Sepúlveda
Elenco: Roger Guerrero (Chicho), Martín Sepúlveda (Luchín) y Gabriela Fernández (Chela)
Equipo Técnico: John Gástelo, Sandra Quiroz y Martín Álvarez.


“Érase una vez un rey” es una historia de dos ropavejeros: Chicho es el personaje que no le gusta trabajar y busca aprovecharse de Luchín, le propone el juego de que uno gobierna y el otro trabaja. Es decir, ser rey por una semana y Luchín acepta los términos.

Las obras mencionadas estarán presentes en la encuesta de El Oficio Crítico a fin de mes.


Sergio Velarde
21 de noviembre de 2010

Evento: LO MEJOR... SEGÚN NUESTRO DECANO


Lo mejor del 2010… para nuestro Decano de la Prensa Nacional


Siguiendo la tradición iniciada hace algunos años, paso a informar sobre el arbitrario panorama teatral que tiene el diario El Comercio, ofrecido al público a través de una encuesta virtual en la que figuran excelentes espectáculos comerciales que adornaron sus páginas (ya sea en entrevistas y reportajes, así como en ofertas para sus suscriptores), pero que excluyen a demasiadas obras independientes (alternativas o no comerciales o como quieran llamarlas) muy buenas que, por esas “cosas del destino”, no pudieron acceder siquiera a una merecida mención al final del año.

El 30 de noviembre, el Oficio Crítico también dará a conocer una encuesta sobre lo mejor del medio teatral alternativo que pudo ver este año, para que los cibernautas tengan oportunidad de apoyar a sus favoritos. El 15 de diciembre la votación se cerrará y se publicarán los resultados, así como también los elegidos de acuerdo al muy particular criterio de quien escribe.

Como siempre, me disculpo por no haberlo visto todo, pero afortunadamente no faltarán los comentarios que mencionen obras, directores, autores y actores que destacaron en el 2010 y que no pudieron tener un espacio en el humilde blog de éste, su siempre seguro servidor.


MEJOR OBRA:
"Extras" de Sabina Bergman. Dirigió Alberto Isola (Teatro Mario Vargas Llosa)
"Agosto" de Tracy Letts. Dirigió Juan Carlos Fisher (La Plaza)

"La reina de belleza de Leenane" de Martin McDonagh. Dirigió Ricardo Morán (Teatro Británico)
"La puerta del cielo". Escribió y dirigió Alfonso Santisteban (La Plaza)
"Medea" de Eurípides. Dirigió Gisella Cárdenas (CCPUCP)


MEJOR ACTOR:
Sergio Galliani por "Extras" de Sabina Bergman (Teatro Mario Vargas Llosa)
Carlos Carlín por "La Jaula de las locas" (Teatro Peruano Japonés)
Paul Vega por "Cyrano de Bergerac" (La Plaza)
Aristóteles Picho por "KRAPP" De Samuel Beckett (CCPUCP)
Alberto Ísola por "La puerta del cielo" (La Plaza)


MEJOR ACTRIZ
Montserrat Brugué por "Cocina y zona de servicio" (La Plaza)
Norma Martínez por "La reina de belleza de Leenane" (Británico)
Graciela Paola "Grapa" por "La reina de belleza de Leenane" (Británico)
Vanessa Saba por "El celular del Hombre muerto" (Teatro Mario Vargas Llosa)
Sofía Rocha por "Medea" (CCPUCP)


Unas reseñas más y en 9 días podrán apoyar con su voto a sus favoritas.

Sergio Velarde
21 de noviembre de 2010

sábado, 20 de noviembre de 2010

Crítica: LA ESPERA


Muestra de teatro en Los Olivos  

Se presenta actualmente en el Palacio de la Juventud de Los Olivos, el primer montaje que realiza el "Elenco Municipal de Teatro Olivense" (EMTO)” en el presente año. Se trata del resultado de un trabajo intenso por parte de un grupo de estudiantes de actuación, que se enfrentan por primera vez en vivo a un auditorio. Siendo ésta una muestra final luego de un proceso de aprendizaje, el resultado obtenido se eleva por encima del promedio.

”La Espera” de Mario Erramuspe, obra elegida para el debut, es una comedia ligera y entretenida, a estas alturas algo ingenua, que aborda el tan trillado tema de la vida después de la muerte, con Dios y los ángeles en el cielo. La llegada de un reciente “fallecido” ante el Todopoderoso servirá de pretexto para conocer a los variopintos personajes que nos esperan al pasar a mejor vida. El espacio que cuenta el taller cumple con lo mínimo indispensable para conseguir un espectáculo digno y visible, aunque las luces necesitan una urgente revisión. La escenografía, el vestuario y el maquillaje no ofrecen nada nuevo, pero son funcionales.

El elenco, integrado por jóvenes y adultos carentes de oficio y técnica, pero llenos de empeño y vitalidad, es guiado con mano segura por el joven director Victor Barco. Algunos de los participantes, luego de necesarios talleres y experiencias en las tablas, podrían dar la sorpresa en el futuro. “La espera” ya termina este mes, pero el elenco ya tiene planes de enfrentar próximamente un montaje de teatro infantil. Suerte y mucho ensayo para ellos.

Sergio Velarde

20 de noviembre de 2010

martes, 2 de noviembre de 2010

Crítica: LOCK OUT


Un Vallejo más vigente que nunca  

Si bien es cierto César Vallejo logró reconocimiento universal por sus inigualables poemas (“Los heraldos negros”, “Masa”, “Trilce”) o por sus contundentes relatos (“Paco Yunque”, “El tungsteno”), su obra dramática no es muy conocida. Por eso, causó expectativa el estreno de Lock out (o cierre de fábricas por parte de la empresa como respuesta a una situación de huelga, según la traducción), obra teatral de corte social escrita en 1930 y que fue estrenada dentro el X Festival de Teatro Peruano Norteamericano, en el ICPNA de Miraflores, bajo la dirección de Carlos La Rosa (director de la amable comedia Pony del año pasado), y que confirma la vigencia del autor en nuestros días.

La pieza dramática, concebida originalmente “a la antigua” con más de 30 personajes y una dilatada duración, es hábilmente adaptada por su director como un ejercicio teatral a cargo de ocho intérpretes, quienes darán vida a los variados personajes de la historia. El cierre de una fábrica provoca un estallido de violencia y muerte entre un grupo de trabajadores, que son injustamente lanzados a la calle, mientras se intentan diversos mecanismos para solucionar el problema. El amplio espacio que ofrece el ICPNA es aprovechado al máximo por el elenco, siempre en constante movimiento, generando suspenso e interés por los acontecimientos que van sucediendo.

La dirección escénica es rica en símbolos, a pesar de su aparente austeridad. Los actores, todos uniformados y con escasos elementos escenográficos, representan con absoluta veracidad las escenas, derrochando fuerza y vitalidad, algunos con un dominio de cuerpo y voz envidiable. Quedarán para el recuerdo tres escenas claves: la imagen de nuestra patria, representada en el escenario por nuestro estandarte, es la cortina que los politiqueros esquivan para salir del despacho del ministro; la madre, dándole vanas esperanzas a sus dos hijos, mientras el padre huelguista es golpeado por las fuerzas del orden; y aquellos “vivas” al final del conflicto, pronunciados con una impotencia perturbadora.

Acaso el mayor acierto del director sea el de no haber caído en la fácil trampa de retratar a los huelguistas como las pobres víctimas de los atropellos perpetrados por los patrones, ya que sus propias conductas, llenas de odio y resentimiento, provocan al final el daño irreparable que se vaticinaba. El “monstruo” de la huelga es claro ejemplo de ello: el presentar a la turba como un ser descontrolado y agresivo sirve para entender que la violencia no puede ser, bajo ninguna circunstancia, la solución de cualquier conflicto. La Rosa acierta también en lograr una unidad interpretativa en sus ocho actores, con evidentes desniveles histriónicos en conjunto, siendo Sandro La Torre el más solvente y convincente de todos. Lock out se convierte en un espectáculo excelente (se podría calificar discretamente de brillante), que revitaliza a nuestro gran literato de Santiago de Chuco y que rescata un interesante texto, que bien pudo caer en el fácil maniqueísmo de la mano de otro director, que no tenga la visión de entregar una puesta en escena honesta y sin desbordes. Una de las mejores obras del año.

Sergio Velarde

02 de noviembre de 2010